1. Mi primera vez jugando a las pelotas


    Fecha: 10/10/2025, Categorías: Gays Autor: SingularHot, Fuente: TodoRelatos

    Jugando con las pelotas de mi
    
    Tenía 18 años y todavía me consideraba virgen, aunque ya conocía bien mi cuerpo. Las tardes solo en casa eran lo que más me gustaba: el calor pegajoso del verano, mi tiempo libre para hacer lo que quisiera, mis revistas Playboy en mi caja secreta. Me tumbaba en la cama y dejaba que mis manos se aventuraran por mi piel. El cuello era siempre mi punto débil: bastaba un roce ligero para que un cosquilleo se encendiera y viajara hacia abajo. A veces pellizcaba mis pezones, puntiagudos, sensibles, como si fueran interruptores que activaban mi libido en un segundo. Cerraba los ojos y me perdía en esas sensaciones, jugando a prolongarlas, alargando cada segundo, como si el placer pudiera expandirse sin necesidad de llegar todavía al climax.
    
    11 AM:
    
    Era pleno verano en el pueblo y el calor parecía derretirlo todo: el asfalto, las paredes, mi piel. Llegaron mis primos a veranear un fin de semana con nosotros. Ese día mis padres habían decidido hacer una paella y se marcharon al mercado. Me tocaba quedarme vigilando la casa, y para no dejarme solo, mis primos se quedaron conmigo. La idea no me disgustaba del todo, pues, yo sabía que lo suyo era un viaje largo de ida y vuelta.
    
    El mayor tenía veinte años, se llamaba Jorge, tenía novia, cuerpo trabajado en el gimnasio, hombros anchos y una forma de moverse que imponía. El otro, de mi edad, se llamaba Aaron, era más delgado, pícaro, con esa sonrisa traviesa que a veces duraba un segundo más de lo ...
    ... necesario. Mi relación con ellos era buena, salíamos de fiesta, jugábamos a la play, a la pelota, y hacíamos cosas de primos normales. También, de vez en cuando, fumábamos maría cuando estábamos solos, pues Aaron siempre tenía y nos convidaba a los dos, pues éramos unos críos. Esta vez iba a ser igual, Aaron sacó un porro ya liado y Jorge y yo nos alegramos, fuimos a la parte trasera de la casa a fumarlo, ninguno tenía camiseta, traíamos solo bañador, empezamos a hablar de idioteces y a reírnos, de un momento a otro empezaron a hablar de la otra vez en la discoteca en la que Aaron y Jorge, siéndole infiel su novia, habían hecho un trío con una inglesa, a mí me daba asco, pues no soy hetero, y ellos lo sabían, pero el simple hecho de imaginármelos sudorosos dándolo todo en la cama me excitaba, yo podía notar como mi polla se empezaba a poner caliente poco a poco, cosa que intentaba esconder apretando mis muslos. Jorge no tardó en preguntarme sobre mi vida sexual, yo no sabía que responder, me preguntó si tenía novio acercándose tanto que el humo se volcaba en mi pecho desnudo, yo me reía y decía que no mientras él sonreía. Aaron ya se había quedado ido, disociando mirando fijamente a un punto del suelo, Jorge y yo notamos como su bañador se le empezaba a abultar al muy cabrón, ¡Se le había puesto durísima! Nos miramos y soltamos una carcajada, Aaron salió del trance y se tapó rápidamente como pudo su pene mientras se reía, la tenía bastante grande, más que yo, y en el fondo era ...
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