Mi primera vez jugando a las pelotas
Fecha: 10/10/2025,
Categorías:
Gays
Autor: SingularHot, Fuente: TodoRelatos
... Jorge me la pasaba por el pecho, los pezones, cerca del cuello...
Luego de que los tres estuvieramos bien puestos de crema nos metimos al agua corriendo, riéndonos como críos. El mar estaba frío, pero el contraste con el calor de la playa era delicioso. Las olas golpeaban suave y nos empujaba nuestros cuerpos mojados unos con otros.
Aaron, jugando, se lanzó hacia mí y me agarró de la cintura para hundirme. Yo salí riendo y tratando de vengarme, pero en el forcejeo terminamos demasiado cerca, sus brazos todavía alrededor de mí, sus caras a centímetros. Sentía el agua helada en la piel… y, a la vez, un calor extraño recorriéndome el cuerpo.
Jorge se unió al juego, empujándonos a los dos bajo el agua. Cuando salimos flotando hacía la superficie casi abrazados, notaba que estábamos pegados, tan juntos que ya no hacía falta imaginar nada. La risa se mezclaba con algo más, con miradas que duraban demasiado, con toqueteos bajo el agua.
En un momento Aaron me pasó por detrás, sus manos aún en mi cintura, y Jorge quedó de frente. Yo atrapado en medio otra vez, solo que ahora el mar nos escondía, y lo que pasara ahí dentro sería solo nuestro secreto.
Las olas nos seguían meciendo, juntándonos todavía más. Era imposible no sentirlo, en una de esas olas noto que Aaron me mete la mano dentro del bañador, justo con la mano metida, Jorge me agarra las piernas y las pone sobre encima de sus hombros y me levanta a caballito, y me tira hacía atras, cuando me tira veo una ...
... medusa, era lila, me dió miedo así que rapidamente volvi con ellos y para no ahogarme me agarre de torso de Jorge con una mano apoyandola en su pecho, mientras que Aaron tenía una mano en mi cintura y otra en mi hombro, salimos del agua riendo todavía, con el corazón acelerado y la piel ardiendo pese al frío del mar. Nos tiramos en la toalla, los tres empapados, las gotas de agua resbalando por nuestros torsos. El sol golpeaba fuerte, y yo podía ver cómo el pecho de Jorge subía y bajaba, todavía jadeante, con su piel brillante bajo la luz. Aaron, tumbado a mi lado, se pasó la mano por el pelo mojado y me miró con esa sonrisa suya, como si supiera exactamente lo que estaba pasando dentro de mi cabeza.
Aaron se inclinó hacia mí para alcanzarme la botella de agua y su torso rozó mi hombro. Su pelo mojado de agua y sudor me rozó la mejilla y me llegó un golpe de su olor: esa mezcla de crema, sol y piel masculina que me mareaba. Me mordí el labio, intentando disimular el escalofrío que me recorrió entero.
Jorge, mientras tanto, se acomodó apoyando la cabeza en sus brazos, y en ese gesto dejó que su pierna se abriera un poco más, casi rozando la mía. Sentía el calor de su cuerpo irradiando hacia mí, haciéndome sudar más que el mismo sol.
Me pasaban la botella de agua de mano en mano, y en un descuido Aaron me la acercó directo a la boca, sujetándola él mismo. El agua fría me resbaló por las comisuras y me bajó por el cuello, hasta el pecho. Jorge se rió por lo bajo, y sin ...