Trío con mi sobri y su novia (parte 1)
Fecha: 10/10/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: LauJo, Fuente: CuentoRelatos
... configuró “penas severas”.
-¿Listas?
-“Nacho, ¿le has tocado la polla a algún hombre?”
-Nooo. Y aunque lo hubiera hecho, pagaría prenda para no contarlo.
-“Ponte en pie y deja que tía Lau te quite una prenda”
Me sonrojé, pero el juego era el juego. Se levantó y le quité la remera. Ufff, estaba más guapo incluso que en las fotos. Completamente depilado, musculoso, pero sin excesos y con un tatuaje.
-“María, ¿has besado a alguna chica en la boca?”
-“Ponte en pie y deja que Nacho te quite una prenda”
Se levantó. Nacho, con agilidad, le quitó la parte de arriba. María, tenía un sujetador muy inocente de colores, que ocultaba un pecho pequeño. Sonrió y se sentó muy modesta. Pero pude ver que, en la base de la espalda, tenía el mismo tatuaje que Nacho. Y entonces me tocó a mí.
-“Lau, ¿has follado con más de un hombre a la vez?”
-¡No, claro que no! -Mentí
-“Ponte en pie y deja que María te retire una prenda de ropa”
-¡Pero he respondido!
-Hemos venido a jugar -dice Nacho.- Pagaré
Me puse de pie, el vino me estaba volviendo loca. ¿O era la calentura? ¿O yo era esa zorra y no quería verlo? María se acercó a mí y comprobó que solo tenía una prenda, mi vestido. Solo podía pagar de esa manera. Me desabrochó con cuidado los botones a la espalda. Y, sin que Nacho perdiera ojo, deslizó muy muy despacio el vestido por mi cuerpo, hasta que quedó hecho un trapo a mis pies.
Allí estaba yo, exhibida en ropa interior, mis tetas estaban tremendas, ...
... redondas, desafiantes, suspendidas hacia delante por aquel prodigio del arte de la lencería. El blanco encaje no ocultaba mis areolas, que se veían perfectamente como dos galletas de chocolate, y mis pezones estaban como balas. Mery me miró y tragó saliva. Nacho tenía los ojos abiertos como platos. Yo me senté, tomé un nuevo sorbo de vino y pulsé el botón.
-“Nacho, ¿has sentido deseo sexual por alguna de las otras jugadoras?”
-Sí -la respuesta era fácil
-¿Por cuántas? -pregunté yo, provocadora
-Por las dos -respondió, a quien el vino había hecho demasiado sincera
Me tocó a mí tragar saliva. ¿Nacho estaba confesando pensamientos impuros hacia su tía? Mi coño estaba encharcándose como si fuera una laguna.
-No has sido claro en tu respuesta, Nacho. Debes pagar. Fuera los pantalones
-Pero tía…
-¡Obedece!
No le costó cumplir mi mandato. Debajo de los pantalones había un bóxer ajustado que marcaban una pija ya bastante crecida. María extendió la mano hacia ella, le acarició, pero seguimos jugando. Ni el aire acondicionado podía enfriar aquello. Los tres estábamos enloquecidos.
Ahí es donde tendría que haber dicho “basta”. Pero no lo hice. María se acercó a mí, me tendió su suave mano para ponerme de pie y me giró hacia Nacho. Me dejé llevar. Se colocó a mi espalda. Sentir sus dulces dedos buscando el cierre de mi sujetador hizo que me escalofriara. Sus dedos eran fuego. Mis pezones querían romper la tela del sujetador. Pero pasó de largo y colocó sus dedos ...