Parejas de Conveniencia - Relatos Eróticos

Parejas de Conveniencia

... guisa…

– Hola guapo ¿Qué te parece este body?

– Sinceramente lo que me más gusta es lo que esconde bajo él.

– Ah sí, pues entonces me lo quito para que aprecies mejor de qué está hecha tu madre… solo deseo que no te asuste por no ser una sílfide de 20 añitos…

Así lo hice… – No creo que una chica de 20 sea más sexy que tú… ¿Mejor así?

Él no decía nada solo se tocaba el bultazo insistentemente, me arrodillé frente a él le quité la mano y le bajé los pantalones… allí estaba su pollón duro y caliente. Se lo agarré con firmeza se lo froté un poco con la mano deslizando el prepucio para descapullar su polla.

– Te amo mami.

– Y yo a ti hijo… – y empecé a hacerle una mamada.

– Mamaaaaa, joderrr. Sigue, sigue por Dios. No me dejes a medias… Sigue!!

Con sus manos puestas en mi cabeza me saqué su polla de la boca y empecé a lamerle los testículos sin dejar de pajear su tranca. Le comía los huevos con gula, como nunca me había comido unos en toda mi vida. Y de nuevo volví a mamársela con una garganta profunda de vez en cuando. Le miraba a los ojos y me comía su polla sin recato ni pizca de vergüenza. A los pocos minutos me encontraba con dolor de mandíbula de lo poco entrenada que me hallaba en el arte de la felación, por suerte mi hijo se excitó tanto que tampoco aguantó demasiado…

– Mamá que me corroooo…

– Eso, eso es cariño dame tu leche… ¡Déjame beber toda la leche de tus huevos!

Y unos chorros enormes esperma salieron de polla la cual latía con ...

... mucha violencia contra mi boca. En la cara de mi hijo se reflejaba el placer máximo del orgasmo en su término. Se echó en la cama tendió a lo largo, yo me tendí a su lado, nos miramos y nos sonreiremos. Cuando se vio más recuperado, se puso encima y empezó a besarme todo el cuerpo de pies a cabeza nos dimos la vuelta y me puse encima de él de espalda a su cara, en cuclillas cogí su polla y puse la punta del glande en la boca de mi conejo hambriento…. Empujé con toda mi fuerzas hasta metérmela entera hasta los huevos. Luego comencé un sube y baja. Mientras recorría su polla una y otra vez con mi vagina, hacia lo mismo con mis manos en sus testículos, masajeándoselos.

Mi hijo me ayudaba con sus manos en mi culo, y una de las mías apoyada en su pierna. Me llevó un buen rato follándome a mi hijo en una cabalgada feroz. No cambiamos de posición, tal vez porque me daba cierto reparo que me viera las tetas colganderas moverse como dos badajos de campana, o por vergüenza de estar follando con mi propi hijo. Mirarle a los ojos follando, era superior a mis fuerzas, pero necesitábamos desfogarnos, así que esa era la postura ideal, jodiendo de manera pseudo–anónima. Así notaba como su polla se deslizaba por entre mis paredes vaginales, acariciando las terminales nerviosas que me llevaron a un orgasmo antes que él llegase a su segunda corrida…. Estábamos empatados, hasta mi hijo me dijo que se iba.

Entonces iniciamos el esprín final con mayor cadencia de mete y saca. Todo lo envolvía ...