Carta a mi sumisa - Relatos Eróticos

Carta a mi sumisa

... desgraciada que nunca. Nerviosa e irritable. Sinceramente, no era capaz de entender por qué no estabas contenta de que te hiciera exactamente lo que sugeriste. La verdad, me parecías una niñata estúpida que no sabía lo que quería. Así que te planteé que quizá no éramos compatibles y que lo mejor sería separarnos de mutuo acuerdo y desearte suerte para encontraras a un amo que te diera lo que fuera que deseabas.

Entonces me solicitaste permiso para hablar con franqueza. Lo concedí. Escribiré a continuación toda nuestra conversación para que la puedas leer y recordar detalles que, indudablemente, has olvidado, dado el estado mental en el que te encuentras actualmente:

-Amo, valoro mucho esta preocupación que muestra por mi bienestar, pero, con todo el respeto, está fuera de lugar. Este proceso que hemos comenzado no tiene como objetivo mi bienestar, sino la entrega absoluta de esta esclava a su placer y sus deseos. Me gustaría que me permitiera la osadía de intentar algo. Es usted un amo maravilloso, cualquier perra sumisa del mundo estaría encantada de servirle y adorarle, pero yo no soy una perra sumisa como las que ha conocido antes.

En ese momento, te quedaste en silencio, como buscando la valentía para continuar. Yo te animé a seguir.

-Verá, amo... Sé que es difícil de creer pero siento en lo más profundo de mi corazón de puta inútil que mi destino es ser reducida a la absoluta nada. No puedo explicar de dónde viene esta obsesión, pero toda mi vida ha sido una ...

... continua lucha contra estas tendencias. Y ya no puedo ni quiero luchar más. Solo pienso en una cosa: deshumanizarme, arruinar mi vida, destruirme hasta que ya ni siquiera pueda recordar mi nombre. Sé que lo que le estoy pidiendo es mucho. Sé que usted no desea cargar con la culpabilidad de hacerle eso a alguien.

-Tienes razón, cerda. Lo que me estás pidiendo es excesivo y, la verdad, creo que en algún punto querrías dejarlo.

-Entiendo su punto de vista, amo. Pero usted sabe que he sido totalmente infeliz toda mi vida y solo durante esta última semana de negación de orgasmos y desesperación he vislumbrado una luz al final del túnel. He sentido que, por primera vez en mi vida, tengo la felicidad al alcance de mi mano. Y quiero proponerle algo que llevo pensando varios días, para calmar sus dudas: durante las próximas dos semanas, continuaré con mi tratamiento de edging y usted no tendrá que hacer nada. Así no sentirá responsable de mi caída a este pozo de degradación en el que sueño estar. Nuestro único contacto serán una serie de fotos y vídeos en los que le mostraré mi progreso. Si al cabo de las dos semanas, usted no está convencido de que esto es lo que realmente deseo, puede abandonarme. Pero por favor, se lo suplico, deme esta oportunidad.

-La verdad es que has conseguido intrigarme, así que te concederé esas dos semanas. Pero explícame algo. Si, como estás demostrando, no necesitas a un amo para este proceso de autodestrucción que pides, ¿qué pinto yo aquí, cuál ...