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La Camarera Madurita FIN
Fecha: 21/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Atlas, Fuente: TodoRelatos
La noche siguiente, Rosa llegó al restaurante con una mezcla de nerviosismo y determinación. Había tomado la decisión de seguir adelante, de buscar una vida mejor y, aunque no sabía exactamente cómo lo haría, estaba decidida a encontrar el camino correcto. Juan la estaba esperando, con su habitual sonrisa cálida y una mirada de preocupación. —Rosa, ¿cómo te sientes hoy? —preguntó Juan, mientras ella se quitaba la chaqueta y se preparaba para empezar su turno. Rosa le devolvió la sonrisa, aunque un poco más tenue. —Estoy bien, Juan. La noche fue... interesante. Gracias por darme la oportunidad. Juan asintió, observándola atentamente. —Me alegra oír eso. Pero quiero asegurarme de que te sientas cómoda con lo que ocurrió. ¿Cómo fue el evento para ti? Rosa dudó un momento, recordando las sensaciones de la noche anterior. Decidió ser honesta, aunque sin revelar todos los detalles. —Fue diferente, pero no fue tan malo como pensaba. Los clientes estaban contentos y las propinas fueron generosas. Creo que... podría hacerlo de nuevo, si se presenta la oportunidad. Juan la miró con cara de sorpresa. —Eso es bueno de escuchar. No pensé que fueses tan atrevida. Rosa asintió, agradecida por su apoyo. —Tengo que ser práctica y pensar en lo que es mejor para mí y para mi situación actual. Si eso significa aceptar más eventos como el de anoche, estoy dispuesta a hacerlo. Juan la miró, evaluando su determinación y fortaleza. Sabía que Rosa estaba pasando ...
... por un momento difícil y que estaba tomando decisiones difíciles para mejorar su vida. —Está bien, Rosa. Si surgen más oportunidades entonces contare contigo. Rosa sonrió, sintiendo una oleada de gratitud. —Gracias, Juan. Lo haré, te lo prometo. Con ese entendimiento, Rosa se sumergió en su trabajo, encontrando en él un refugio y una manera de sentirse útil y valiosa. A lo largo del día, mientras atendía a los clientes y charlaba con sus compañeros, mantenía la mente ocupada y se alejaba de los pensamientos sobre su vida en casa. Esa noche, cuando Juan la llevó de nuevo a casa, se despidieron como de costumbre. Rosa subió al apartamento sintiéndose un poco más fuerte y más decidida. Sabía que tenía un largo camino por delante, pero con el apoyo de Juan y su propia determinación, estaba segura de que encontraría la manera de cambiar su vida para mejor. Una semana después del primer evento, mientras Rosa y Juan estaban organizando el restaurante antes de la apertura, Juan se le acercó con una expresión pensativa. —Rosa, tengo una nueva propuesta que quería discutir contigo —dijo, intentando medir su reacción. Rosa levantó la vista de las mesas que estaba arreglando y lo miró con curiosidad. —¿De qué se trata, Juan? —Nos han pedido organizar una despedida de soltero. Será un evento privado, similar al de la semana pasada, pero con un ambiente aún más festivo y probablemente más... desinhibido. Querían saber si estarías dispuesta a participar. Rosa ...