1. La Camarera Madurita FIN


    Fecha: 21/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Atlas, Fuente: TodoRelatos

    ... recuperando el aliento y asimilando la intensidad de la experiencia.
    
    El viaje de regreso a casa fue silencioso. Rosa, con la cabeza apoyada contra la ventana del coche, observaba las luces de la ciudad pasar en un borrón de colores. Juan, respetando su espacio, no dijo nada, permitiendo que ella procesara la intensa noche. Cuando llegaron a su edificio, Rosa le dio las gracias y se despidió, subiendo lentamente los escalones hasta su apartamento.
    
    Al abrir la puerta, encontró a Francisco sentado en el sofá, la televisión encendida, pero sin prestar atención. Su expresión era impasible, pero Rosa podía ver la expectación en sus ojos cuando se volvió hacia ella.
    
    —¿Cómo te fue? ¿Cuánto conseguiste en propinas? —preguntó, sin molestarse en ocultar su avidez.
    
    Rosa sintió una oleada de desprecio y rabia. Había pasado por una experiencia extrema, y la única preocupación de Francisco seguía siendo el dinero. Respiró hondo, intentando controlar sus emociones.
    
    —Las propinas no son lo único de lo que deberías preocuparte, Francisco —dijo, su voz fría y cargada de desdén.
    
    Francisco frunció el ceño, notando el cambio en su tono. Se levantó del sofá y se acercó a ella.
    
    —¿Qué quieres decir? ¿No conseguiste suficiente? ¡Tienes que esforzarte más, Rosa! Necesitamos ese dinero.
    
    Rosa lo miró con una mezcla de asco y lástima. Estaba cansada de sus exigencias, de su avaricia insaciable y de su indiferencia hacia sus sentimientos y su bienestar.
    
    —¿Esforzarme más? ...
    ... —dijo, su voz subiendo un poco—. Francisco, esta noche no solo serví copas. Los hombres en esa fiesta hicieron más que solo darme propinas. Me vestí como una furcia, me coquetearon, me tocaron... y fui mucho más allá.
    
    Francisco la miró, confundido y un poco alarmado por la intensidad de sus palabras.
    
    —¿Qué estás diciendo, Rosa? —preguntó, su voz temblando ligeramente.
    
    Rosa dio un paso hacia él, su mirada firme y decidida.
    
    —Te estoy diciendo que te he puesto los cuernos, Francisco. Y no fue un error ni un momento de debilidad. Fue una decisión. Una que disfruté. Así que más te vale ir haciéndote a la idea. No soy la mujer sumisa que esperas que traiga dinero a casa sin cuestionar nada. Si quieres seguir viviendo de mi trabajo, tendrás que aceptar que no todo es como tú quieres.
    
    Francisco retrocedió un paso, impactado por sus palabras. La incredulidad y la rabia se mezclaron en su rostro, pero no encontró palabras para responder.
    
    Rosa, sintiéndose más fuerte y segura de sí misma que nunca, le dio la espalda y se dirigió a su habitación.
    
    —Voy a dormir. Tú decides si quieres seguir viviendo de mi trabajo bajo mis términos o si te largas. Pero ya no voy a seguir siendo la misma Rosa que soporta tus exigencias sin decir nada.
    
    Cerró la puerta detrás de ella, dejando a Francisco solo en la sala, procesando la nueva realidad. Mientras se preparaba para dormir, Rosa sintió una sensación de liberación. Había tomado el control de su vida y no pensaba dar marcha ...
«12...891011»