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La Camarera Madurita FIN
Fecha: 21/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Atlas, Fuente: TodoRelatos
... la mano, comenzando a acariciarlo. La combinación de caricias y penetración la llevó a un estado de éxtasis, su cuerpo temblando de placer. Rosa tuvo otro orgasmo que coincidió con él de la polla que tenía en la boca, en esa situación no pudo evitar que parte del semen se le escapará de la boca y goteará por su barbilla. Otro invitado, un hombre corpulento con una mirada de deseo ardiente, se acercó a Rosa mientras ella recuperaba el aliento en el sofá. —Creo que esta noche aún no ha terminado —dijo, acariciando suavemente su rostro. Antes de que Rosa pudiera responder, el hombre la levantó suavemente y la llevó a una posición en el sofá, colocándola de espaldas a él. Otro hombre se colocó frente a ella, su erección evidente y esperando atención. Rosa, sintiendo una mezcla de anticipación y deseo, se dejó llevar, sabiendo lo que vendría a continuación. El hombre la sujeto de las caderas tirando de ella hacia abajo con firmeza, pronto notó la punta del pene presionando su ano. A Rosa nunca le habían dado por el culo, pero en ese momento no hubiese dicho que no a nada. El glande presionaba firmemente venciendo la resistencia del culo de Rosa, con un pequeño empujón entró, a partir de ahí todo fue más fácil y el propio pesó de la mujer hizo el trabajo. Pronto se la había metido hasta los huevos. Otro hombre, observando la escena, se acercó y se posicionó de frente entre las piernas de la mujer, alineándose cuidadosamente para una doble penetración. Rosa, ...
... sintiendo la anticipación creciente, se arqueó mientras la clavaba por el coño. La sensación de ser llenada por dos hombres a la vez era intensa, una mezcla de dolor y placer que la dejó sin aliento. —Que culito tan apretado —murmuró el hombre detrás de ella, mientras la penetraba con movimientos firmes. Mientras ambos hombres se movían dentro de ella, Rosa sintió cómo su cuerpo se llenaba de una oleada de placer incontrolable. La combinación de caricias, penetración y los mirones que no perdían detalle la llevaba al borde del clímax. Cada empuje, cada movimiento la acercaba más a la cúspide del éxtasis. El hombre frente a ella tomó su rostro con ambas manos, profundizando el ritmo de sus embestidas mientras Rosa se entregaba completamente al momento. Sus gemidos se ahogaban tapados por sus labios, creando una sinfonía de placer que resonaba en el salón. El clímax se acercaba rápidamente para Rosa, su cuerpo temblando con cada embestida. La mezcla de sensaciones era abrumadora, llevándola a un estado de éxtasis que nunca antes había experimentado. Finalmente, con un último gemido profundo, alcanzó el orgasmo, su cuerpo sacudido por olas de placer que la dejaron exhausta y satisfecha. Los hombres, sintiendo su propio clímax acercarse, aumentaron el ritmo de sus movimientos hasta que finalmente también alcanzaron el orgasmo, llenándola con su semen. Con respiraciones entrecortadas y cuerpos sudorosos, se retiraron lentamente, dejando a Rosa tumbada en el sofá, ...