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La Camarera Madurita FIN
Fecha: 21/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Atlas, Fuente: TodoRelatos
... dio cuenta de que su cuerpo respondía con una intensidad que nunca antes había experimentado. Cada roce, cada apretón, la llevaba más cerca del borde. Los hombres, viendo la creciente sumisión y excitación de Rosa, se acercaron y, con movimientos coordinados, comenzaron a quitarle la ropa. Con cada tirón y cada desliz de la tela, Rosa se encontraba más expuesta, hasta que finalmente el conjunto cayó al suelo, dejándola completamente desnuda. La piel de Rosa brillaba bajo las luces, su respiración era rápida y superficial, y su cuerpo temblaba ligeramente con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Los invitados vitorearon y aplaudieron, creando un círculo alrededor de Rosa. En el centro del salón, el novio estaba sentado en una butaca, su mirada fija en Rosa. Su pene estaba completamente erecto, evidente a través de la tela de sus pantalones. —Ven aquí, Rosa —dijo el novio, su voz baja y cargada de deseo. Rosa, sintiéndose abrumada pero incapaz de resistir, dio unos pasos hacia él. Cada movimiento suyo era seguido de cerca por los ojos de los invitados. Cuando llegó frente a él, el novio la tomó de la mano y la guio, haciendo que se arrodillara entre sus piernas. —Eres increíblemente hermosa —murmuró, acariciando suavemente su rostro antes de deslizar su mano hacia abajo, acariciando sus senos y su vientre. Rosa, sintiendo la intensidad del momento, cerró los ojos y se dejó llevar por las sensaciones que recorrían su cuerpo. La excitación era casi ...
... insoportable, cada toque, cada caricia la hacía sentir más viva. —Vamos a hacer de esta noche una que nunca olvides —dijo el novio, desabrochando lentamente sus pantalones y liberando su erección. Rosa, completamente expuesta y vulnerable, sintió una oleada de calor recorriendo su cuerpo. Los hombres alrededor de ella observaban con atención, algunos con sonrisas traviesas, otros con miradas de deseo. El novio tomó su mano y la guio hacia su polla, haciendo que Rosa lo tocara. —Quiero que sientas lo que me haces —susurró, su voz temblando ligeramente por la excitación. Rosa, dejando que sus dedos recorrieran lentamente su falo, sintiendo una mezcla de excitación y sumisión. El salón estaba en silencio, todos los ojos fijos en la escena que se desarrollaba. Los invitados contenían la respiración, esperando ver qué pasaría a continuación. —No tengas miedo, Rosa. Esto es solo para nosotros —dijo el novio, inclinándose hacia adelante y besándola suavemente en los labios. Rosa, con el corazón latiendo con fuerza y su mente llena de confusión y deseo, respondió al beso, dejándose llevar por la corriente de emociones que la envolvían. El ambiente en el salón se volvió aún más eléctrico mientras los invitados observaban con una mezcla de expectación y deseo. El novio, con una sonrisa satisfecha en el rostro, sostuvo a Rosa por la cintura, guiándola lentamente hacia él. La respiración de Rosa era apenas un jadeo, sus mejillas ardían de excitación y su cuerpo temblaba ...