1. Pesadillas de terror. La señora Isabel. parte 2


    Fecha: 22/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: sumisso, Fuente: TodoRelatos

    ... era mucho más corta. Esta era mi sorpresa.
    
    -Aquí está tu sorpresa…. Estas son para los testículos…. Están sin estrenar, te puedo asegurar que si te duelen las pinzas que llevas en los pezones…. Imagínate en esos ridículos huevos que tienes…. Los van a pellizcar y estrujar sin piedad. – Se inclinó hacia mi y colocó el nuevo juego de pinzas en la piel de mis testículos. El dolor era muy intenso. Comencé a sentir el dolor por partida doble, mis pezones soportaban las pinzas muy apretadas y ahora mis huevos llevaban más pinzas mordiéndolos.
    
    La señora Isabel comenzó a burlarse de mí y destornillarse de risa comprobando como sufría.
    
    -¿Están apretadas, te duelen ?...... ohhhh pobrecito…. - La vieja señora me sujetó por el pelo con fuerza y con su otra mano comenzó a tirar ligeramente sobre la fina cadena que sujetaba las pinzas. El dolor empeoró, al tirar de la pequeña cadena el dolor se hacía insoportable. La señora se reía a carcajadas mientras tiraba de la cadena una y otra vez. Fue su juego durante un largo tiempo. Agarraba entre su dedo enguantado la fina cadena y tiraba ligeramente más y más observando cómo me retorcía de dolor. Continuó con las pinzas que mordían mis testículos. Tiraba de ambas pinzas una y otra vez mientras se burlaba de mí. Comencé a llorar de dolor, el castigo era muy doloroso. Una lagrima resbalo por mi ojo deslizando por mi rostro y por la cinta americana que cerraba mi boca.
    
    -Esto es lo que les pasa a los imbéciles como tú que no tienen ...
    ... modales…. Se les castiga…. Ahora no tienes ganas de insultarme y faltarme al respeto, ¿verdad? – La señora tiró de la fina cadena metálica esta vez con más fuerza provocándome un dolor insoportable. Mientras me retorcía de dolor por el daño causado, la señora Isabel se dirigió de nuevo hacia la puerta de salida del sótano.
    
    -Regresaré en un par de horas, espero que te diviertas con tus pinzas, llora cuanto quieras, nadie te va a escuchar y te prometo que esta puerta no se va abrir hasta dentro de dos horas - . Sentí como la puerta del sótano se cerraba con llave desde el exterior y la vieja señora Isabel me dejaba allí encerrado.
    
    Aquellas dos horas fueron un calvario. Ahora comprendía porque aquel estúpido que me comentó la señora había utilizado su palabra de seguridad. Aquí no había palabra de seguridad alguna. Pasaba el tiempo muy lentamente, intentaba estarme lo más quieto posible para no moverme y parar el dolor, pero las pinzas apretaban igualmente. Aquellas dos horas fueron interminables, deseaba que regresará la señora y me quitase la pinzas pero la puerta del sótano no se abría.
    
    No creí que sintiese tanto alivio cuando sentí el candado de la puerta. La señora Regresó pasadas dos horas cumpliendo su promesa. Siempre cumplía cuanto prometía sin excepción, empezaba a comprenderlo. La señora entró sonriendo y cantando una melodía mientras sujetaba una cazuela entre sus manos. ¿Que era aquella cazuela? Pronto averiguaría que significaba la cazuela que portaba ...
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