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El cornudo y el viejo vecino facha (Cap IV)
Fecha: 23/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Domadordepalabras, Fuente: TodoRelatos
... intentó protestar, pero la agarré del cuello violentamente y ella, de la manera más humilde y sumisa, me dijo que sí que lo haría en ese instante. Lógicamente, le dije que ella no lo haría, que mis posesiones las afeitaba yo. Y eso hice, nos dirigimos a la cocina, la obligué a sentarse con las piernas abiertas sobre el fregadero, dejándome completamente expuesto ese culo blanco y ese pedazo de coño peludo y horrendo. Y comencé a enjabonarla con jabón de cocina, aquello comenzó a soltar espuma, y yo comencé a pasarle la cuchilla… Al principio, esa cerda me miraba con una expresión de miedo, de temor, como si fuera un corderito asustado, realmente parecía, como si nadie le hubiera afeitado el coño en la vida… Imagino que tú tampoco lo habrías hecho… ¿Verdad cornudo?” “Es verdad… Nunca me ha dejado afeitarle su vagina… Según ella, su vagina la identifica, y solo ella es la dueña y la lleva como a ella le gusta…” “Bueno, otra prueba más de lo que pintas tú en esta historia… Mientras le afeitaba el coño, comenzaba con mis dedos a acariciar sus labios, le daba pequeños pellizcos, enrojeciéndolos, de vez en cuando pasaba mi dedo pulgar por su clítoris y comenzaba a acariciarlo de arriba abajo, con cuatro o cinco movimientos, ya tenía a esa guarra con los ojos cerrados, suspirando… Es tan fácil domar a una de estas cerdas… Pues el caso es que, en diez minutos, ya tenía ese coño, completamente afeitado, lustroso y bien lavado con jamón de fregar los ...
... platos… Pero con lo que no contaba ella, era con el dedo que le había estado haciendo. Y mientras que la afeitaba, la estaba masturbando, hasta que en pocos minutos la tenía completamente caliente. Esa puta asquerosa, movía las caderas como si estuviese perreando. Y yo ya directamente, viendo lo entregada que estaba esa cerda, cogí un botellín de cerveza que tenía abierto, y comencé a masturbarla con el cuello de la botella, no hizo falta demasiado, porque sentía que ya estaba completamente húmeda. De manera que comencé a penetrarla con ese botellín de cerveza de la marca alteza. Una marca que ella se merece, una marca cutre… Para hacerle ver lo que vale realmente. Durante un par de minutos estuve metiendo y sacando el botellín de cerveza, hasta que advertí que tenía el coño ya bien abierto, y entonces, comencé a introducirle el botellín aún más adentro, su parte ancha, entró con no poca dificultad, ella me miraba completamente aterrada, pero finalmente, aquel coño, precioso y bonito, comenzó a ceder, y admitió todo el grosor del botellín… Ahí podías verme en ese instante, follándola con un botellín de cerveza… ¿Hueles mi polla? ¿Huele a cerveza?” Yo me acerqué aún más, y comencé a olerla, desde la base de aquella enorme verga, hasta llegar a la punta… “La verdad es que no huelo a cerveza…” “¿Cómo cojones no va a oler cerveza?… Abre la boca “ En ese instante, con un motivo concreto, no pensé en el acto en Sí, no pensé en que el acto ...