El cornudo y el viejo vecino facha (Cap IV) - Relatos Eróticos

El cornudo y el viejo vecino facha (Cap IV)

... de lamer una polla me convertía en un maricón… Y simplemente abrí la boca, con el único objetivo de saborearla para ver si realmente sabía a cerveza…

Aquel individuo introdujo aquel enorme, negruzco y grueso capullo dentro de mi boca,

En cuestión de instantes, tenía todo aquel enorme prepucio follando mi boca, y yo sentía como aquella enorme barra de carne, palpitaba y ardía en el interior de mi esta, y de manera frenética, comencé con mi lengua a saborear aquello…

Perdí toda noción, toda vergüenza, y comencé a saborearlo y con la lengua a dar lametones, agarraba por la base y comenzaba a lamerlo como si fuera un polo, como si fuese un cucurucho, ya no era yo, ya me había abandonado y me había convertido en una Criatura a los pies de un ser superior…

“Vale… ya está bien de lamer, estúpido… Imagino que ya habrás adivinado si huele o no cerveza”

“Pues… la verdad es que sigo sin encontrarle sabor”

“ Bien… Porque realmente, esta verga no ha estado hoy dentro del coño de esa cerda.

Hoy me he conformado con su coño asqueroso, y con arrancarle un orgasmo brutal… “

La verdad es que me quedé pillado, porque aún tenía aquella enorme verga en la boca, y continuaba saboreándola con la lengua, mi mano izquierda, agarraba su base, y mi mano derecha estaba acariciando sus testículos, peludos, gruesos y duros…

Ese hombre me había dicho que parase, pero yo no dejaba de lamer, y finalmente, don Ramón, agarró mi pelo y acompañó el movimiento de su pene con las ...

... caricias de mi lengua, y entonces comenzó a imprimir fuerza a la felación…

Ya sabía que ese individuo iba a correrse en el interior de mi boca…

“¿Te gustaría que me corriese dentro de tu boca?”

El asco empezaba invadirme, no quería sentir esa pringue amarilla y grumosa de aquel individuo en mi paladar, pero increíblemente le contesté

“Si”

Y fue decirlo, y ese hombre empezó a soltar violentos chorros de esperma, que colisionaron y chocaban con mis paredes bucales…

En la vida, había vivido nada tan violento y tan excitante…

Tan turbio, como sucio.

Jamás me había sentido tan sucio, tan perdido, tan confundido…

Jamás me había sentido tan…

¡Vivo!…-

Podrían ser perfectamente las doce de la noche, me disponía a dormir. Había sido una jornada bastante movidita. Y yo, solo quería descansar un poco cuando de repente sonó el teléfono móvil.

El número de teléfono era de Fran.

Era una foto con un mensaje adjunto,

En la foto, podía verse a través del cuarto de baño, como Fran había entrado sin que ella se diese cuenta y le había hecho unas cuantas fotografías, entre ellas, una que acentuaba la parte desde su ombligo hasta sus muslos, en el que podía verse esa montaña horrible y peluda vagina, ahora completamente desprovista de vello. Completamente afeitada, pulcra, y realmente bonita.

Y el mensaje decía

-La muy hija de las mil putas, no me había advertido que tenía el coño afeitado…

Cuando se ha dado cuenta de que había entrado en el cuarto de ...