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A mano cambiada
Fecha: 23/10/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Felix69, Fuente: SexoSinTabues30
El ejemplo que tuve fue el de Mar1803, quien, además, logró que los maridos hicieran un 69 y se la jalaran mutuamente frente a ellas. También Tita, caliente con el relato de la experiencia de Mar, puso a su marido y uno de sus amantes a hacer el 69 frente a ella y a jalársela uno al otro en la ducha, no juntos, pero seguramente, según aseguró, lograría después que se hicieran una chaqueta simultáneamente (o quizá ya lo hizo). Otro relato similar es de Ber_el con su amigo Cornelio, siendo azuzados por Teya, la exesposa de este último Somos dos matrimonios Laura y Mario, y, Miguel y yo. Laura es esposa de mi amante, y amante de mi esposo. En mis relatos cuento cómo inició todo. Primero Mario y yo nos hicimos amantes, y luego, a petición de mi marido, nos juntamos los cuatro. Ya avanzados, descubrimos que Laura y yo éramos lesbianas y lo mostramos a nuestros maridos. Ahora, después de leer a Mar, le propuse a Laura que calentáramos lo suficiente a los esposos para verlos haciendo un 69 exprimiéndose lo que quedara en sus troncos después de habernos surtido la leche en las panochas; y conseguir en un momento posterior de esa sesión que se hicieran una paja mutua. Ese era el plan general… ¡Qué pervertidas…! Es claro que los machos hacen lo que nosotras queremos, solas o acompañadas. Por unas chiches o unas nalgas son capaces de todo, y a nosotras que nos encanta que nos quieran… ¡No les dejamos opción! Eso lo saben todas las lectoras y que seguramente manipulan a sus machos ...
... y a sus cornudos. Con eso en mente, y aprovechando que había fin de semana largo, es decir, ese lunes se dio como feriado, nos los encamamos desde el sábado en la mañana hasta el lunes en la tarde. Hubo espacio para todo. Desde las once de la mañana nos pusimos a diseñar qué hacer de comer cada día. Así, mientras nuestros consortes fueron a surtir la lista que les dimos para preparar la riquísima comida, nosotras, después de darnos un poco de amor, de mujer a mujer, también amasamos un pastel y preparamos agua fresca de varios sabores, con la fruta que había comprado un día antes. La más rica la hicimos de pera con uva, añadiéndole vino Asti (compré el six que mencionó Mar en un relato). Cuando los señores llegaron acalorados tomaron bastante de esa bebida mientras se encueraban (nosotras lo habíamos hecho una a la otra desde que ellos se fueron) y pasaban la lengua por nuestras panochas mojadas por las caricias que nos dimos, en tijeritas y con dildo. Habíamos hecho unas tapas para picar mientras trabajábamos en la preparación de los platillos. “Ésta va con salsa” les dije al pasarles un canapé de caviar al cual frente a ellos me metí el dedo en la vagina y lo sequé en la orilla del pan en cada pieza que les di. También, en otro par de bocadillos, les jalé el pene para colocar una gota de presemen. Mordí con coquetería el alimento frente a ellos y le llevé a Laura una pieza preparada de la misma manera. Les advertí que después de comer, queríamos tomar café exprés con ...