Mis compañeras de piso liberan a la bestia Cap.2 - Relatos Eróticos

Mis compañeras de piso liberan a la bestia Cap.2

... papel de un Mikel rudo y dominante, escupió sobre el coño de Mya. Luego se lo metió de golpe. Mya gritó.

—¡Aahh! ¡Sí! ¡Dame esa polla!

Elena la sujetaba de las caderas mientras la embestía sin pausa. Estaba utilizando una fuerza y un vocabulario impropio de ella, y eso estaba calentando a Mya como nunca.

—¿Te gusta mi rabo, zorra? ¿Te gusta sentirlo reventándote el coño?

—¡Sí! ¡Sí! ¡Fóllame más fuerte, Mikel!

—Eres mi puta. Abre más ese culo joder. Te quiero bien empalada, zorra.

Elena le abrió las nalgas. Le metió un dedo en el ano mientras seguía follándola. Mya se sacudía. Jadeaba. Gritaba.

—¡Rómpeme el coño! ¡Llénamelo de tu leche!

Elena le daba más duro. Con cada embestida, Mya gritaba. El cuarto se llenó de gemidos, jadeos, carne húmeda chocando. Sería un milagro si nadie del piso se enteraba.

—¡Zorra! ¡Eres una puta negra caliente! ¡Solo vives para que te llenen de rabo! ¡Mira cómo se abre tu culo, perra!

—¡Sí! ¡Más! ¡Más, Mikel! ¡Fóllame no pares!

Elena aceleró. La embestía salvaje, brutal. El coño de Mya chorreaba. El dildo entraba hasta el fondo. Los testículos falsos golpeaban su clítoris con cada estocada.

—¡ME CORRO, MIKEL! ¡ME ESTOY CORRIENDO! ¡ME CORROOOOO!

Mya convulsionaba, con la espalda arqueada y el coño chorreando sobre las sábanas. Elena no paró hasta que ambas se derrumbaron, sudadas, temblando.

Se quedaron tumbadas un rato en la cama. Las sábanas estaban mojadas, pero daba igual.

Elena se levantó a abrir ...

... la ventana para ventilar un poco.

—Elena, dime la verdad. Lo de hoy ha sido increíble ¿Te está pasando algo con Mikel, no?

—No es Mikel, bueno no del todo. Creo que lo que tú me has despertado en lo sexual, me ha puesto mis sentimientos más a flor de piel.

—O sea, que vas cachonda por la vida —dijo Mya riéndose.

—¡Vale! Un poco si... —concedió Elena — y ahora tener todo el día en casa a un hombre...

—Tenemos que conseguir a Mikel, Elena—susurró Mya, jadeando—. Imagínate que trío más glorioso haríamos.

—Pero, ¿qué dices? Si tiene novia, tía. Además, imagínate luego el mal rollo en el piso si nos dice que no.

—Su novia es su problema, no el nuestro. Él tiene derecho a elegir lo que le apetece hacer, ¿no?

—Si, pero, me sabe mal por la chica. No sé, no me parece lo correcto.

—Tú también tenías novio cuando nosotras... ¿te arrepientes?

—Va Mya, no me saques ese tema. Ya sabes que no es lo mismo...

—Bueno, tu descubriste un mundo nuevo. Quizás Mikel lo haga con nosotras. ¡¡Somos unas bestias en la cama!! — dijo Mya entre risas. Elena no pudo evitar unirse.

—Y si nos rechaza... Como se entere Sofía nos mata.

—Mañana —dijo Mya— será el primer paso, pero tenemos que hacerlo sin que se dé cuenta. Si ve nuestras intenciones lo vamos a espantar.

—¡Eso es! Tenemos que conseguir que sea él quien nos desee. Nosotras solo le vamos a mostrar... lo que podría tener. Si quiere.

Se despidieron con un beso apasionado y Mya se deslizó de nuevo hasta su ...