1. La última tarde


    Fecha: 26/10/2025, Categorías: Gays Autor: Maesu, Fuente: CuentoRelatos

    ... azotaste el culo con saña, y yo te pedí más. Me pusiste de pie y me follaste frente al espejo tirándome del pelo. Me tumbaste patas arriba y me follaste como se folla a una mujer, mientras me apretabas el cuello con las manos y te relamías.
    
    Cuando se te aflojó la polla te la volví a comer, recién salida de mi culo, hasta revivirla, y luego me senté en ella y te cabalgué con rabiosa pasión mientras me estrujabas las tetas y me llamabas “puta mía”. Me jodiste en todas las posturas que se te antojaron hasta cansarte, y luego caíste sobre la cama como un fardo, sudoroso, jadeante, visiblemente feliz de haber hecho conmigo lo que habías querido, como siempre.
    
    Yo me recosté con la cabeza en tu pecho, abandonado a la caricia de tu vello en mi cara, al sonido rítmico de tu respiración, a la sensación de dolor palpitante de mi ano, a la cálida felicidad que me daba estar así junto a ti, acurrucados en el aire caliente y viciado de la habitación. Me besaste, me prometiste no sé cuántas cosas, me pusiste cachondo otra vez y cuando yo ya estaba pidiéndote la repetición de la jugada te fuiste porque se te había hecho tarde y tu mujer podía mosquearse. Te despedí con un beso largo y desesperado, y cuando cerraste la puerta y te fuiste sentí, quién sabe por qué, que una parte de mí mismo se iba detrás de ti para no volver.
    
    No quedé más contigo. No quise. Me suplicaste, me atosigaste, me obligaste a amenazarme con chotárselo todo a tu mujer antes de soltar la presa. Lo gané en tranquilidad, pero desde entonces cada vez que quedo con un tipo casado, algo mayor que yo, que queda conmigo en secreto y con prisas, no puedo evitar portarme como una zorra en celo dispuesta a aceptar de buen grado cualquier cerdada. Así que cuando se presentan en mi casa con un travesti chapero para hacer un trío o se van dejándome con el culo abierto y la cara pringada de lefa o de meada no puedo evitar acordarme de ti. Y no sé si maldecirte o darte las gracias.
«1234»