1. Virginia O.


    Fecha: 29/10/2025, Categorías: Confesiones Autor: MartinyMarcela, Fuente: CuentoRelatos

    ... Hernán la tenía parada y tal vez mediría unos ocho centímetros en plena erección.
    
    Mi mano curiosa descubrió que lo que le faltaba de longitud le sobraba de grosor, es decir, no era larga pero sí ancha. El corazón de Hernán latía a mil, como si estuviese por tener relaciones sexuales por primera vez, lo pude sentir así tan palpable, a lo que con muchos besos lo relajé y le pedí que se saque todo.
    
    Hernán se puso colorado de la vergüenza cuando se quedó desnudo frente a mí y para darle más confianza le pedí que me desnude él y pobrecito era por demás inexperto, cosa que me calentó más… Es como que conmigo estaba por debutar.
    
    Estaba tan nervioso que no reaccionaba. –Y bueno Vir… tenés que hacerlo todo vos, me dijo mi diablita interior y le puse las tetas en la cara mientras le preguntaba si mi par de melones le gustaban.
    
    Cerré los ojos y mis aureolas rosadas rozaban su boca y mis pezones se iban endureciendo. Al menor descuido ya los tenía hiper duros, señal de que estaba muy caliente y ya no había marcha atrás.
    
    –Me vuelve loca que me chupen las tetas ¿sabes?…. Mmm si dale hacelo sin miedo Hernán.
    
    Y las palabras mágicas funcionaron… Hernán reaccionó y por el empeño que ponía en succionar parecía que no había mamado de bebé, me puse tan hot con su lengua que lo agarré de su mano y se la llevé justo ahí, a mi concha que estaba completamente empapada. Logré que entrara en confianza y ahí sí que se soltó. Ya no sentía la vergüenza de antes y su pito se paró del ...
    ... todo y la sentí tan dura como una estaca pero también mojada, la chasquee con los dedos y lo primero que pensé es que había acabado precozmente, pero por suerte se trataba solo de líquidos preseminales.
    
    Lo único que recuerdo que le dije fue –Dale, no puedo más me subí encima de la mesa, me abrí de piernas y dejé que haga de mí lo que quiera. Metió su cabeza entre mis muslos y me dio la chupada de concha más inolvidable. Me la comió de una forma como si me estuviera besando en la boca y yo no hacía otra cosa más que disfrutarlo.
    
    Con la lengua me la recorría entera, de norte a sur y de este a oeste introduciéndose en su interior y mis jugos me traicionaron, brotaban como si fuese una fuente natural y no me podía contener, ahora la que sentía un poco de vergüenza era yo pero es algo que me sucede cuando estoy realmente excitada.
    
    –¡Mmm Ahí! –le supliqué marcando la zona en donde lo necesitaba. Y como si tuviera entre sus manos una delicada flor tomó suavemente mi clítoris entre los dedos y lo lamió con la punta de la lengua con suma maestría, como si lo conociese de toda la vida. Nunca en la vida alguien me tuvo tan caliente como lo hizo Hernán, estaba tan loca y feliz que agarré su pene y empecé a masturbarlo con desesperación, y hasta creo que con mis uñas en algún momento en partes le dejé algunos arañazos sin querer.
    
    Me senté sobre él dándole la espalda y explotando de deseo me los introduje por completo a esos ocho centímetros de pija. Entró más que fácil y pude ...
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