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El seductor (parte 2)
Fecha: 30/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: tunovio, Fuente: CuentoRelatos
... lujuria y belleza que no podría ni explicar con palabras. Trató de volver en sí y hacer el mayor esfuerzo de mirar a Francisco a los ojos, aunque su mirada la traicionaba por momentos. Él por su parte, sabiendo muy bien lo que ella sentía, se tomó su tiempo antes de entrar a acompañarla. Su vista no era para nada mala tampoco; si bien la hermosa chica recién casada estaba envuelta en burbujas que iban y venían, alcanzaba a ver su cuerpo hermoso, perfecto, y la belleza de su rostro, como nunca la había visto hasta entonces. Una vez dentro, se sentó a su lado, sintiendo su cuerpo junto al suyo. Carla se estremeció. Era una sensación extraña, estar desnuda al lado de un hombre… y no poder lanzarse a él. Él conversaba con ella con total normalidad, como si tomara baños con chicas todos los días. Ella lo miraba con atención, no podía dejar de mirarlo en realidad. Cualquiera pensaría de ellos como una pareja de enamorados… donde ella lo estaba más perdidamente. No notaba siquiera que Francisco acariciaba sutilmente su pierna, y ella en respuesta giraba su cuerpo hacia él. Las burbujas y el jabón no podían hacer todo el trabajo de ocultar sus senos, que se asomaban poco a poco y le daban a él una vista muy privilegiada de sus pezones, rosas. En eso, quedaron en silencio por unos segundos. -Debes estar cansada de que siempre te diga lo hermosa que te ves, ¿no? -le dijo, seductor. -No no… es lindo que lo hagas-le dijo sonriendo y bajando su mirada. No pudo evitar ver ...
... su miembro bajo el agua. Él tomó su barbilla y levantó suavemente su rostro. -Seguro muchos hombres te dirán siempre lo mismo… nadie te dice algo nuevo… -le dijo él. -¿Nuevo como qué? -le preguntó ella, animada a continuar el coqueteo. -Como… por ejemplo… que tus senos se ven deliciosos -le dijo con total seguridad. La cara de Carla se puso roja al instante, y sintió al mismo tiempo un electrochoque en su espalda. Era como si su cuerpo tomara consciencia de lo que ocurría, pero era un placer para ella escuchar eso. Su reacción, sin embargo, fue mirar hacia sus pechos e intentar ocultarlos bajo el agua. -No tengas pena, son muy hermosos… ¿me dejarías apreciarlos un poco más? -le preguntó acercándose aún más a ella. Carla estaba más nerviosa que nunca. Quería gritar que sí, darse por completo. Pero no podía responder, las palabras no llegaban a su boca. Su cuerpo, sin embargo, hizo todo el trabajo. Le sonrió y se levantó ligeramente, dejando salir a sus niñas, empapadas de agua y espuma, presumiéndolas a Francisco. Volvió en sí y las miró, instintivamente cerró un poco sus brazos, apretándolas ligeramente. -¿T… te gustan? -le preguntó tiernamente. -Me fascinas… -le respondió. La mano de Francisco empezaba a subir lentamente por el abdomen de Carla. Sentir su piel finalmente, lo que había deseado desde que la vio a lo lejos, era increíble. Poco a poco, su mano se topó con el inicio de uno de sus pechos; eran los más perfectos que había tocado, eran tan ...