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Cuba 2025 (III)
Fecha: 31/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Luismi43, Fuente: TodoRelatos
... botellas que traíamos y compraría cervezas. Lucho estaba emocionado y dijo que conocía un sitio que si cogíamos como mínimo cinco cajas, nos hacían buen precio y nos las traerían a la casa. Entonces Ana María le dijo que fuese rápido a encargar las cinco cajas y el yuma les pagaría cuando las trajesen. Cuando nos quedamos a solas, evidentemente, sonrió con malicia y se fue acercando como si estuviese bailando, pasó sus manos por mis hombros, mis brazos, cogió mi polla con una mano y con otra mi nuca y comenzó a comerme la boca con locura. Me dijo que era muy bueno con ellos y que tenía tanto que agradecer. Me metía la lengua hasta la campanilla mientras me pajeaba sin parar de mover todo su cuerpo y de rozarme por todos lados. Le dije que me sorprendió con los besos porque hasta ahora no lo había hecho y yo creía que era tabú, como lo de no hacerlo delante de Lucho. Ella me dijo que íba a romper muchos límites conmigo, pero le tenía que seguir el juego y me dió unas cuantas instrucciones para cuando regresase Lucho, que me dejaron, por un lado, pensando si no estaba ante el mismísimo demonio y por otro, contando los segundos para que todo ello sucediese. Le di los 300 dolares de la estancia y antes de ir a comprar la carne para la barbacoa, prefirió otro tipo de carne, pues me hizo sentar una vez más en el sofá, comiéndome entero. La boca, el pecho, los hombros, ombligo, culo, huevos y polla. Nada quedó sin lamer ni besar. Se quitó las bragas y se subió a ...
... caballito y se corrió rápidamente. Era increíble la capacidad que tenía para correrse y se lo dije. Me contestó que mi pinga y yo la poníamos muy caliente. La cogí al vuelo, levantándome del sofá y le dije que pusiese sus brazos alrededor de mi cuello y sus piernas rodeando la cintura. Con mis brazos en sus glúteos, la subía y la bajaba como quería y volvió a correrse, echando una barbaridad de flujo en mi polla. Finalmente, le di por detrás a cuatro patas en el sofá y nos corrimos ambos. Le dije que se echase un poco de agua en la cara porque la tenía desencajada y la mirada como ida de tanta corrida. Se fue a por la carne y otras cosas. Cuando llegó Lucho, venía con un chico en una furgoneta, llevando consigo las cajas de cerveza. Le pagué y a pesar del buen precio a que nos dejó las botellas de cerveza cristal, nos regaló media docena de cervezas bucanero. Metimos unas cuantas cervezas al frigorífico. Al regresar Ana María, dijo que para que saliese todo bien al día siguiente, teníamos que hacer una prueba de todo. Subimos a la azotea. Tenía un aspecto descuidado. Había varias sillas viejas y un sofá medio desvencijado, además de leña y una barbacoa de hierro. Lucho encendió la barbacoa, mientras yo subía unas cervezas y Ana María preparaba unas croquetas y la carne. Mientras hacíamos las brasas y la carne conté que Lucho llevaría 5 cervezas bucanero por lo menos. Yo llevaba dos cristal. Subí pan y un poco de embutido del que yo había traído en la ...