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Cuba 2025 (III)
Fecha: 31/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Luismi43, Fuente: TodoRelatos
... maleta y al llegar vi que Lucho ya había abierto una botella del ron casero y llevaba un buen vaso. Comimos muy relajados, riendo y contando anécdotas. Yo tomé otra cerveza, pero Lucho ya no dejó el ron, del que llevaba media botella ya. Una vez comidos, Ana María bajó a hacer café y aproveché para comenzar el plan que ella había ideado horas antes. Le pregunté a Lucho si era cierto lo de que a los hombres de allí les pasaba factura sexual lo de no comer carne. Me contestó muy serio y medio ebrio que sí. Le dije que llevaba hoy sí había comido carne y que si notaba mayor vigor, a lo que me respondió que no sabía. Yo le dije que íbamos a comprobarlo y cuando subió su mujer con el café y lo puso en los vasos, le dije que su marido igual respondía a estímulos ya que había comido carne hoy. Ella dijo "ah si, a ver". Se sentó en el paquete de Lucho y comenzó a moverse como bailando perreo. Le dije que iba a ponerles música y todo, por lo que puse en mi móvil la canción "el merengue" de Turizo. Ana María comenzó a bailar y a mover el culo encima de Lucho al ritmo de la música y decía "ay, parece que sí Lucho, parece que despierta, qué buena noticia". Yo mientras le daba ánimo y le decía que se concentrase, que podía conseguirlo. Acabó la canción, Ana María se arrodilló ante los dos y nos bajó los boxer a ambos hasta los tobillos. Yo le llené el vaso de ron a Lucho y me puse un poco en el mío, mientras nos encendíamos un puro cada uno. La imagen era increíble. ...
... Arriba el cielo de la Habana, Lucho y yo fumando y bebiendo sentados en un sofá que se caía a cachos y Ana María pajeandonos. Mi polla estaba como una piedra pero la de Lucho no acababa de ponerse dura. Ana María le dijo que no desesperase, que era pronto y que iba a comer carne toda la semana y así recuperaría poco a poco. Dejó de pajear a su marido, poniéndose sólo entre mis piernas, comenzando a lamer mi polla de abajo hacia arriba por toda la circunferencia, mientras Lucho volvía a colocarse los boxer, guardando su herramienta dentro. Su mujer bajó a lamer y saborear mis huevos, mientras yo subí un pié, el más cercano a Lucho, al sofá, permitiéndole una mejor vista del panorama. Entonces volví a llenar los vasos de ron y brindé con Lucho "por las mujeres, qué sería de nosotros sin ellas, eh Lucho", mientras le bajaba la cabeza a su mujer con la otra mano donde tenía el puro para que me comiese el culo. Lucho miraba cómo su esposa metía su lengua en mi ojete. Como parecía contrariado y había bebido mucho, para quitar importancia le dije que me alegraba mucho de haber ido con él a conseguir el ron y los puros, que se notaba que tenía buenos contactos. Eso pareció espabilarle porque mientras su mujer metía buenos morreos a mi culo, él comenzó a contarme que podía llevarme a otros sitios. Yo lo dejé hablar mientras su mujer ya se estaba empleando a fondo con mi polla. No le cabía toda, pero lo intentaba. Era un portento de mujer, menudo vicio. Entonces ...