1. La máscara escarlata – parte 4


    Fecha: 17/11/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Incesto Voyerismo Autor: PetterG, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tenía unas lindas curvas, sus senos eran divinos, y su vagina aunque no lucía rasurada. Fue algo que ni siquiera lo notó el cuervo. Porque Clara se dio la vuelta y lo tentaba con su trasero.
    
    Mientras tanto, su padre al ver a la enmascarada, dejó escapar un susurro casi imperceptible
    
    —No… ¿Clara? — y sus fuerzas lo abandonaron y se desplomó en el suelo.
    
    Clara, con un nudo en su garganta, trato de contener sus lágrimas. No podía flaquear ahora. Adoptó una pose confiada, inclinando la cadera y provocando más al cuervo con su cola. Tal como lo haría la Máscara Escarlata.
    
    —Vamos, grandote. Me vas a dejar así? Estoy muy mojadita por ti, quiero que me la entierres en el culo… Eso si no te corres antes, jiji—dijo, con una sonrisa forzada que ocultaba su terror
    
    —Aunque pensándolo bien… creo que te oí que ¿querías un espectáculo? ¿Qué tal si antes nos enfrentamos en en igualdad de condiciones? Sin ropa, sin trucos. Solo tú y yo. Quiero que nos revolquemos así, y que nuestras pieles se rocen y quizá… bueno, si tienes suerte… podrías pasarme la mano en mi raja…
    
    El Cuervo, excitado por el desafío, soltó una risa brutal y sucia.
    
    —¡Eso es lo que quería! —rugió, arrojando su abrigo contra Clara. Quién lo tomó con un movimiento rápido, y lo arrojó sobre su padre cubriendo su cuerpo del frío.
    
    Mientras el Cuervo, ya empezaba despojarse de su camisa, pantalones y bóxer, quedando completamente desnudo. Con su cuerpo gordo y cubierto de las cicatrices que le habían ...
    ... propinado sus víctimas. Pero eso no era todo, tenía el miembro erecto, listo para actuar. Pero Clara al verlo, casi le da una arcada de asco y se trato de contener lo mejor que pudo.
    
    —Vamos amor, acerca esa cosita entre mis piernas—continuó con su tono provocador. Aunque por dentro, su corazón latía de pánico
    
    —¿Crees que puedes conmigo? Acércate y demuéstralo.
    
    El Cuervo, completamente atrapado en su juego, dio un paso hacia ella, con su machete aún en la mano.
    
    —Oh, perra, esto va a ser divertido —dijo, lamiéndose los labios.
    
    Justo entonces, un disparo cortó el aire. Clara giró la cabeza y vio al detective Diego, con la pistola entre sus manos, emergiendo de la oscuridad.
    
    —¡Quieto, Cuervo! —gritó, con su voz firme pero teñida de shock de la escena: Clara desnuda salvo por las botas, los guantes y la máscara improvisada, y el Cuervo, igualmente desnudo, con una expresión de furia.
    
    El Cuervo, aprovechando el momento de sorpresa del detective, tomó su machete y se lanzó hacia él con un rugido. Pero Diego, reaccionando rápido, disparó de nuevo y acertó en la pierna del villano. Haciendo que el Cuervo cayera al suelo, gritando de dolor.
    
    Entonces, Clara no perdió el tiempo. Mientras el disparo resonaba, tomó el abrigo que estaba encima de su padre, se lo puso, y salió corriendo hacia las sombras. Sabía que no podía quedarse. Y debía aprovechar que el detective estaba ocupado con el Cuervo.
    
    De repente, las sirenas de las patrullas comenzaban a acercarse, en medio ...
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