1. Mi primera vez como sumisa


    Fecha: 19/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Zarina, Fuente: CuentoRelatos

    ... orgasmo como el de hoy? —me preguntó
    
    —No. —le reconocí— Pero tampoco una vergüenza como la de hoy, que van a decir después, que… —Y no pude seguir porque los sollozos no me dejaron.
    
    —Pero si no pasó nada, —me dijo, cínico, canchero— Y aunque pasara. Acá somos todos adultos. No van a decir nada, porque el que dice algo se va de la mina y en su vida vuelve a encontrar un trabajo como el que tiene, para eso soy jefe y con buenos contactos. Y de las mujeres que hay tampoco. Aunque nadie les va a creer si dijeran algo.
    
    —Y no me gusta que me digas putina —le dije bajito…
    
    —Nooo, si te gusta, porque eres una putina, te gusta que te miren, te gusta que te controlen, te gusta que el otro sea responsable, te gusta servir, complacer. Tienes 25 años perdidos, tienes que recuperarlos luego Putina, y yo te voy a hacer gozar como no te imaginas se puede gozar, Putina. Porque eres una putina y medio putita, ¿verdad? —Y se rio.
    
    Me quedé en silencio, me tenía, me controlaba, “era más fuerte que yo”, como dijo una vez un militar.
    
    —Si una putita. Eso soy… una putita —le dije casi en un murmullo reconociéndome que me había bautizado.
    
    —Ahora te vas a masturbar de pie acá delante mío, y cuando termines, me lo mamas y te tomas todo.
    
    Lo hice sin objeción, sin dudarlo siquiera, ...
    ... obedientemente, luego me dormí en su cama.
    
    Al otro día, la vergüenza no me dejaba abrir los ojos, pero sin preguntarme me sacó y me bajó a la playa junto a los demás. Las miradas a mis espaldas eran socarronas y las sonrisas de ellas de superioridad, de desprecio. Pero ninguno dijo nada, almorzamos y volvimos a la ciudad al atardecer.
    
    Me fue a dejar uno de los que había estado la noche anterior jugando a las cartas. Uno de los que me había visto “en eso”. Cuando se despedía me sorprendió preguntándome si me podía llamar cuando volviera a bajar de la mina, que le gustaría invitarme a comer, que había un restaurante recién abierto, de moda.
    
    Los hombres sí que son una sorpresa.
    
    No volví nunca más por supuesto a las fiestas de María Cristina y justificándome en la pandemia me encerré en mi casa y me concentré en el trabajo. Fue medio año hasta que acepté una invitación a comer. Luego acepté una segunda en que yo aporté el postre, y me vi envuelta en una relación en que era la amante de un hombre casado con tres hijos grandes y una mujer rubia teñida que había gastado mas de veinte mil dólares en liposucciones y colágenos en Estados Unidos. Lo sé porque tengo acceso a su cuenta donde trabajo. A la de él y a la de sus amigos con quienes juega a las cartas.
    
    Continúa… 
«1...3456»