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Capítulo 10: amistad y sumisión
Fecha: 25/11/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: Gregor, Fuente: TodoRelatos
... Que, sin saberlo, la había mantenido viva durante todo este tiempo. —Sí —respondió, mirando a Mariana a los ojos—. Me alegra. Pero… me da miedo. Mariana le sonrió con dulzura, extendiendo la mano para tomar la suya. —Lo sé. Y lo sabía. Porque, aunque Claudia no dijera todo, Mariana siempre entendía. Y por eso, aunque le doliera un poco, lo aceptaba. Porque Claudia era su amiga. Y eso era lo más importante. Mariana, con la copa de vino entre los dedos y los ojos clavados en el techo como si allí estuvieran las respuestas, rompió el silencio: —¿Y cómo fue que Daniel llegó a tu vida, en serio? Claudia se quedó callada un instante, procesando la pregunta, como si fuera la primera vez que alguien se la hacía de verdad. No era algo que contara con frecuencia. Ni siquiera con Mariana. Pero allí estaban, entre cojines, risas suaves y un clima de intimidad que invitaba a hablar sin máscaras. —Por Andrés —dijo al fin, bajito—. Mi ex. —El famoso Andrés, el primer amor de mierda —repitió Mariana, con una sonrisa de medio lado. Claudia rio, suave. —Sí, ese. Él tenía un amigo… no sé si amigo o más bien alguien que lo ayudaba, Jorge. Era un hombre mayor, como de unos cincuenta, algo así. Trabajaba con la mamá de Andrés, en el negocio de la familia. Y Jorge, aparte de eso, también conocía a Daniel. Resulta que eran familia… no muy cercanos, pero sí, tío lejano o algo así. —¡Y ahora sera tu Tío lejano! —exclamó Mariana, riendo. Claudia rió ...
... y asintió, bebiendo un poco de vino antes de continuar. —A veces Jorge nos llevaba a pasear, o Andrés se juntaba con él y a veces me invitaba a mí también. Era como si fuera… su mentor o algo así. Y Daniel estaba ahí, a veces, en esas salidas. No siempre, pero cuando estaba… todo cambiaba. Mariana la miraba ahora con más atención, como si estuviera escuchando una historia que ya conocía, pero que cobraba vida al escucharla en los labios de Claudia. —Yo tenía dieciséis —corrigió Claudia—. Apenas cumplidos. Aunque a veces me sentía más joven. Andrés era mi novio, y yo… yo pensaba que era amor. De verdad. Pensaba que si él me había quitado la virginidad, si me había "elegido", entonces no podía ser malo. Que él era mi dueño, en cierta forma. Que era mi obligación hacer que funcionara. La voz de Claudia bajó, casi un susurro. —Y me aferré a eso, incluso cuando ya no quería. Incluso cuando me sentía usada. Porque mientras yo creyera que éramos felices, lo que hacíamos… era permitido. Era… amor. Mariana apretó la mandíbula, conteniendo el impulso de insultar a Andrés otra vez. Claudia necesitaba seguir hablando, no interrupciones. —Pero entonces estaba Daniel. Él era diferente. Totalmente. No era un niño, no era inseguro, no me trataba como si fuera su trofeo o su posesión. Era seguro, tranquilo, divertido… y me miraba como si yo fuera una persona, no solo una chica que acompañaba a su amigo o lo que fuera. Se quedó en silencio, como si reviviera aquel ...