Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió - Relatos Eróticos

Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió

... lésbicos hermana-hermana, madre-hija, y algunas otras que si aparecía un hombre, era el padre, el hermano o incluso el abuelo, pero en todos los videos aparecían como mínimo dos mujeres. Decidido a cerrar el portátil, lo abrí levantando la pantalla y borré el historial último, el que yo acababa de ver, por si acaso se le ocurría mirar. Sin ni siquiera darme cuenta, las imágenes que acababa de visionar me tenían ya al borde del clímax, por lo que tuve que sacármela rápidamente para no ensuciar mi ropa interior y con un clínex intenté recoger todo el esperma que sin poder controlar empezaba a expulsar bruscamente, si bien una pequeña parte fue a parar al teclado del portátil.

Acordándome de todo y maldiciendo mi mala puntería, limpie aquella parte donde había saltado parte de mis fluidos, pero cuando termine de limpiarlo me di cuenta de que lo limpio destacaba del resto de una forma inequívoca, y no tuve más remedio que limpiar la totalidad del portátil, al que incluso pase mi mini aspirador entre las teclas, ya que puesto a ello por lo menos lo haría bien. Una vez que termine recogí todo, pero la curiosidad, a pesar de que era ya más de media noche, me hizo enchufar el pendrive donde había copiado las fotos de “las gorrinas” al PC, y me dispuse a ver las fotos con mucha más calma, pues era mi ordenador y ya me había desahogado viendo los videos que al parecer veía Lulu, sin ni siquiera tocármela.

Pero a medida que empecé a ver las fotos, de nuevo mi “amigo” salto de ...

... pronto como un resorte, pues cada foto que pasaba era más descarada, y para mi propio asombro las fotos de mi propia hermana eran las que más cachondo me estaban poniendo, quizás también porque era la más provocadora de las cuatro, y por lo que estaba viendo la que estaba también más buena. Habría como unas cien fotos, pero al final también un video en el que las cuatro “gorrinas” estaban desnudas sentadas en el filo de una cama, despatarradas y enseñando sus conejos totalmente depilados, y debían estar grabándose con una cámara o un móvil colocado fijo delante de ellas, y si las imágenes de ellas riendo y gesticulando desnudas eran tremendas, el audio era aún mucho más intenso, sobre todo para mí, pues decían:

·Bea. – Bueno ahora que nos hemos depilado todos los chichis, debemos buscarnos una buena polla que los contente.

·Lola. – Pues nosotras lo tenemos difícil, mi madre es una controladora de cojones, pero tú tienes a tu hermano y Violeta también.

·Violeta. – Pero que bestia eres, mi hermano tiene doce años, y el de Bea es el tío más tímido que he visto en mi vida, por no decir el más acojonado. Si le sonrió da la impresión de que se va a poner a llorar.

·Lulu. – Pues a mi Nando me cae de puta madre, no es feo, no es chulo, no es tonto, no es nada especial, pero cuando me mira me hace sentir hermosa.

·Violeta. – Joder tía, porque a ti te quita las bragas con los ojos, pero a mi parece que me tiene miedo.

·Lola. – No, Lulu tiene razón, no es un salido como ...