Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió - Relatos Eróticos

Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió

... reaccionar, las cuatro a la vez se lanzaron sobre mí, y de pronto me vi rodeado por aquellas cuatro beldades medio desnudas dándome besos en mi cara por todos los sitios, mientras me decían que no me tomaban el pelo, que realmente lo que decían era lo que sentían, hasta que Lulu, dijo:

-Y para demostrártelo, una vez que decidamos que vamos a comer y hagamos el pedido, te vamos a dejar que elijas que quieres hacer y con cual, de nosotras, sea lo que sea, y lo que tu decidas todas lo acataremos sin rechistar, incluso si elijes a tu hermana.

A continuación, y como si lo que había dicho fuese la cosa más normal del mundo, cada una eligió el menú que comería de entre los tres platos primeros y los tres segundos, y por último me pregunto a mi qué, que iba a comer y sin tan siquiera saber que era le dije que lo mismo que ella. A continuación, llamo por teléfono y encargo los cinco menús, y cuando termino volviéndose de nuevo a mí me dijo:

-¿Ya has pensado con quien quieres comprobar que hablamos en serio y que es lo que vas a hacer con ella?

-¿Pero de verdad que me estás diciendo que puedo hacer lo que me apetezca con cualquiera de vosotras? - le pregunte a la vez que miraba a las otras tres que a su vez me miraban a mi expectantes de mi respuesta – Creo que estáis las cuatro más locas que una manada de cabras, pero si va en serio no soy capaz de elegir a una, me quedo con todas.

-¿Y qué piensas hacernos a las cuatro a la vez? – pregunto Lola con cara de sorpresa ...

... – Que maldad tienes en mente.

-No es ninguna maldad, es una fantasía que tengo desde hace meses, con Lulu, Lola y Violeta, pero que ahora me parecería una grosería y de muy mal hermano no incluir a Bea. – dije empezando a creerme que estaban hablando en serio, cosa que de alguna forma reforzaba lo que había visto en el video que le robé a Lulu, y cada vez más envalentonado fui capaz de decirlas – Esa fantasía es comeros el coño a las cuatro a la vez, bueno de una en una, pero a todas juntas.

-Anda coño que buena idea, - dijo Violeta realmente alborozada - ¿Y a que esperamos?

-Tenemos que buscar un sitio que nos sea cómodo a todos, - le dije a la morenaza – y creo que el más idóneo sería una cama grande donde os podáis tumbar las cuatro, con los pies en el suelo y yo de rodillas ir de una en una, lamiendo vuestras maravillosas almejas y saboreando vuestros jugos vaginales, hasta conseguir como mínimo un orgasmo de cada una de vosotras.

-Joder tío, pues la única cama grande que hay en la casa es la de mi madre. – dijo un tanto compungida Lola – y no creo que sea prudente hacerlo en su dormitorio.

-Pues no pasa nada, luego lo recogemos todo, - dijo igual de lanzada que Violeta, Lulu y señalando dos inmensas toallas de playa que había sobre el césped continuo – podemos poner esas toallas encima de su cubre cama por si acaso y tenemos dos horas hasta que vayamos a recoger la comida.

-No sé, a mí me da cosilla que mi propio hermano me coma en coño, y encima en ...