Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió - Relatos Eróticos

Mi hermana, sus amigas y la madre que las parió

... me comprometo a mantener un mínimo de orden y limpieza puedo vivir con ella y sus hijas. Como sabéis tiene una casa unifamiliar de dos plantas con cinco o seis habitaciones y una de ellas me la ha ofrecido. Está claro que yo quiero hacer la carrera de medicina y como soy mayor de edad no tengo que pediros permiso, pero quiero vuestro apoyo y a ser posible vuestra ayuda económica, pues no voy a vivir de gorra en casa de mis amigas.

-Me parece bien, e incluso habíamos hablado tu madre y yo de que podríamos alquilar para ti y tu hermano un piso para que podáis asistir a la Universidad los dos, pero no os vemos capacitados para vivir solos, por eso si vas a vivir con Laura, que creemos es una mujer muy seria, no vemos inconveniente alguno y nosotros podemos permitirnos el lujo de financiaros los estudios. – dijo mi padre – Pero hay un problema, ¿qué pasa con Fernando? Él tiene tanto derecho como tú a estudiar la carrera que le apasiona.

-Ya lo he tenido en cuenta. – dijo muy risueña Bea – Ya he dicho que tienen una casa muy grande, y Laura no tiene ningún inconveniente que Nando viva allí también, lógicamente si él quiere.

-Pues claro que quiere, como no va a querer. – dijo muy entusiasmada mi madre – Si Fernando es un cielo de muchacho, incluso puede que a Laura le haga sentirse más segura con un hombre en la casa, más aún siendo como es un manitas, capaz de arreglar todo, y sobre todo muy ordenado, bastante más que tú.

-Pues eso mismo ha dicho Lau, - dijo Bea ...

... sonriendo feliz – Que tener a un muchacho tan serio y tan poco dado a salir de fiesta en su casa no supone ningún problema, más bien como dice mama, una cierta tranquilidad, y hasta puede que un ejemplo para sus alocadas hijas. Pero Nando ¿Tu qué dices?

-Realmente lo que yo quiero es estudiar veterinaria, - dije un tanto asustado – pero me da corte ir a vivir con tus amigas, no sé, a pesar de que las conozco desde hace años, no las he tratado mucho y creo que me miran raro. Y su madre me cohíbe es bastante mandona.

-Coño, si el que eres raro de cojones eres tú. – dijo Bea – Pero eso también puede venirte bien para interactuar con chicas, que pareces un fraile asustado. Y la madre de mis amigas no es mandona, es una empresaria con dos ovarios, a la que no le ha hecho ni puta falta un hombre para triunfar.

-Vaya médico que vas a ser tu. – dijo mi madre ante la postura de mi hermana, pero sonriendo – No haces más que soltar tacos.

-Es que Nando es un poco tontín. – dijo Bea suavizando el insulto – Mis compañeras me dicen que, siendo un joven bastante pasable, es sumamente infantil, muy tímido y apocado. Seguro que entre Lulu y Lola lo espabilaran.

Al final, consentí, ya que era la única condición de que mis padres aceptasen financiarnos la carrera, estar bajo la tutela de un adulto tanto mi hermana como yo. Como agradecimiento al ofrecimiento de Laura, mis padres la invitaron a ella y a sus dos hijas una semana en el hotel en Menorca al que iban destinados, pero yo no ...