Su última adquisición, Cap. 10 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 10

... no importaban, como estar desnuda, exponer su sexo, la penetración anal y las duras órdenes que regían su vida. Ahora estaba libre de todo aquello que la mantenía recatada y reservada. Su anonimato desinteresado y el uso de su cuerpo eran estimulantes mucho mayores que la música romántica y el vino de sabor intenso. Vivía para las sensaciones físicas, y la satisfacción la mantenía en un estado perpetuo de excitación. Estaba mojada, lista para el sexo o cualquier otra tarea que sus amos le exigieran.

Estaba asustada, pero eso también era el paraíso. Aunque echaba de menos la presencia de Justin, curiosamente, su autoridad parecía guiarla desde lejos.

em esperó varios minutos, abandonando sus pensamientos.

“¡Ay, qué guapa!” exclamó una voz femenina.

em se sobresaltó al oír el sonido.

“¿Crees que lo sabe?” preguntó la mujer.

“Supongo que deberíamos preguntárselo?” respondió un hombre.

“Mmm,” la mujer parecía estar rodeándola, aunque la esclava en espera no estaba segura.

Sintiendo un tirón repentino en la nuca, le arrancaron la venda yem se quedó mirando maravillada lo que tenía delante: una morena efervescente con un caftán azul verdoso y un hombre mayor, bronceado y guapo, con pantalones blancos y una camiseta de golf azul pálido.

Charles y Evelyn.

em resistió la tentación de esconderse de sus amigos de años. En cambio, la sorpresa se reflejó en su rostro.

"No te preocupes, cariño," empezó Ev, "aquí estás a salvo."

"¿A salvo?"

"A salvo ...

... y en buenas manos," añadió Charles. "Justin nos ha pedido que continuemos tu entrenamiento."

Todavía parecía sorprendida.

“No te sorprendas,em, conocemos a Justin en este ambiente desde mucho antes de que te casaras con él. Muchas veces le sugerimos que probara contigo, pero nos aseguró que eras pura vainilla, sexo tradicional, que no te pondrías un corsé, ni mucho menos permitirías que te azotaran, ni te arrodillarías a los pies de un amo.” Su rostro se iluminó como si fuera Navidad. “Y ahora, entendemos que eres carne de primera del Gremio, tatuada, con el ano dilatado y lista para más.” Parecía un anuncio de televisión. Evelyn no podría estar más feliz si le hubieran dicho que había ganado un millón de dólares.

"Sí, señora," fue todo lo queem pudo decir mientras esta extraña realidad la golpeaba en la cara.

"Oh, sí que sabes cuál es tu lugar," Evelyn rio entre dientes con entusiasmo.

"Tranquila, chica," intervino Charles. "Creo que será mejor que respondamos algunas preguntas. Y que pongamos las reglas."

El comentario calmó al instante a las efusivas mujeres, y la pareja se sentó en sillas de ratán a juego, con un aspecto distinto al de ningún amo queem hubiera conocido antes, sino más bien el de amigos de siempre. Les observó atentamente, buscando indicios de la forma de vida que se había convertido en su única pasión, intentando recordar algo del pasado que pudiera haberle dado una pista. Nada indicaba que se compartieran con Justin su fetiche, salvo ...