Su última adquisición, Cap. 10 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 10

... ahora, quizás, un sutil cambio de actitud, un tono ligeramente más firme justo al sentarse. Sí, había una actitud severa que se hizo más evidente a medida que el tema de conversación giraba en torno a las preguntas deem y ‘las reglas.’

“Obviamente,em,” comenzó el hombre, “nos alegramos mucho cuando Justin, tu amo, nos llamó con la noticia de tu salida del armario. Nos impactó, por supuesto, pero en nuestro mundo ocurren cosas extrañas. Nos alegramos aún más cuando nos pidió que trabajáramos contigo durante los próximos meses mientras te prepara para que le sirvas. Te advierto,em, que hay otra faceta nuestra que aún no has descubierto. Aunque sé que has pasado por mucho en los últimos meses, experimentarás una esclavitud humana aún más extrema en los próximos meses. Aunque no estoy completamente seguro de los planes de Justin para ti, te aseguro que haremos todo lo posible para prepararte como esclava sexual y así servirte en el proceso.” Era muy amable, como siempre lo era Charles, pero su lado más encantador se desvanecía como si adoptara una nueva personalidad cuanto más hablaba de su sumisión. La voz también cambió, volviéndose más formal y menos informalmente agradable, como era la del hombre que había llegado a conocer.

“Las reglas aquí son sencillas…”, continuó, “cumplirás obedientemente cada orden sin dudar ni quejarte. Estarás vestida como estás ahora (que era sin nada en absoluto) y se espera que mantengas la postura corporal abierta, igual que cuando ...

... estás sentada. Las barras separadoras que usamos para tu transporte fueron diseñadas por nosotros, un anticipo de lo que está por venir. Por la noche, dormirás atada, con el coño abierto, y más tarde, durante el día de hoy, te harán perforaciones para que los labios vaginales estén siempre abiertos y la parte central de tu sexo expuesta. Los pétalos de tu entrepierna son un centro sexual; son tu ofrenda al reino en el que vivimos. Asimismo, tu obediencia inquebrantable es un regalo que te haces a ti misma y a quienes te usan y dominan.”

La expresión tranquila deem parecía flaquear a medida que hablaba. El dulce y coqueto Charles se había convertido en otro hombre que la dominaba con las mismas palabras decididas y contundentes que asombraban placenteramente cada parte sexual de su cuerpo.

“Serás usada, regularmente y con dureza. Serás golpeada por desobedecer si ocurriera y a nuestro antojo en todo caso. No somos amos crueles, pero disfrutamos de esta vida aún más que la que experimentaste con nosotros antes. Prepárate para ser esclava cada minuto del día y ama en lo que te has convertido. Aquí no hay grandes secretos; hay disciplina, sumisión y placer. Eso es lo que celebrarás.”

Esa misma tarde, le hicieron aem las perforaciones. Le colocaron dos anillos de calibre diez, del tamaño de una moneda de veinticinco centavos (unos 2 cm de diámetro), en la parte superior de cada uno de sus labios, para que, tal como Charles le había advertido, su sexo pudiera exhibirse ...