1. Remedios: Reme para las amistades


    Fecha: 10/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos

    ... convivimos en sociedad, es inevitable que influyamos sobre el comportamiento de otras personas y ellas lo hagan sobre el nuestro. Esta influencia social se crea mediante diferentes fenómenos, como la persuasión, la obediencia, la conformidad a las normas y el respeto. Lo que teníamos en común era lo que más nos unía en aquella época. Era lo tremendamente calientes y pasionales que éramos.
    
    Al igual que ahora, a ambas nos van los “yogurines”, en aquella época nos atraían los hombres maduros. Un día hicimos un plan para follarnos las dos a Don Jeremías, el dueño de una caballeriza a la que algunos sábados por la mañana acudíamos para aprender a montar a caballo. Él no era el profesor, era el dueño, y era un hombre ya bastante mayor, entonces tendría casi setenta años. Lo que nos motivó crear un plan para conquistarlo y follárnoslo fue a raíz de que un día lo espiamos teniendo una relación sexual, follando, vaya, a una instructora y nos quedamos heladas al ver la dimensión de su polla y su vigor en las embestidas. Su barriga no era prominente, el viejo se mantenía fuerte y vigoroso. Le dio un revolcón sobre el heno a la instructora que seguro la dejó abierta para días.
    
    Lo cuchicheamos y comentamos durante varios días y no veíamos la forma de crear su atención, hasta que un día se nos ocurrió preguntarle a nuestro instructor que debíamos hacer para comprar un caballo y él nos dijo que deberíamos hablar con don Jeremías. Ahí vimos la puerta para al menos tener un ...
    ... contacto. Pedimos cita con él en las oficinas y nos dijeron que por la tarde podíamos pasar cuando quisiéramos, que lo encontraríamos en las cuadras, estaría ahí casi toda la tarde.
    
    Aquella misma tarde nos vestimos como dos putitas pijas, ambas con faldita corta, plisada y muy mini, tipo colegiala con una camisa blanca casi transparente de botones y sin sujetador. Mira si íbamos lanzadas que el tanga era un puro cordón en la raja de nuestro culo y vagina.
    
    Nos presentamos en las cuadras a las cuatro de la tarde y salimos de ahí a las siete. La primera media hora fue en balde, la pasamos entre presentaciones y haciendo el paripé de qué tipo de caballo queríamos, quienes éramos y demás.
    
    Cundo ya habíamos cogido más confianza, fue durante un momento, que Reme quiso probar una silla que se encontraba expuesta en el guarnicionero, que empezó todo. Entre risas Jeremías la cogió en brazos y la subió a la silla, las manos se le habían quedado una en el culo y la otra en su barriga. Adrede o no, un dedo de la mano en el culo desnudo de Reme, empezó a hurgar en su vagina. Yo lo supe cuando mirándola vi su expresión de placer. Esta cara yo ya la conocía.
    
    Jeremías la giró y la mantuvo ahí sentada, frente a él, y con las piernas abiertas. Le empezó a comer el chichi. Yo aproveché el momento para desabrocharle el pantalón y sacar su polla ¡Dios mío! Aún hoy en día está en la lista de las “top ten” grandes que he visto. El viejo tenía un empalme bestial. No sin esfuerzo, porque olía a ...
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