1. Remedios: Reme para las amistades


    Fecha: 10/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos

    ... y amigo de mis hijos a la vez, y la verdad que fue una gozada. Sólo el hecho de saber que aquel adonis era hijo de mi amiga Esperanza, el morbo que me entró me mojó enseguida. Aquel día él cumplía los dieciocho años, y seguro, que yo fui su mejor regalo de aniversario.
    
    Aún recuerdo aquel día de su cumpleaños. Por la mañana se acercó a casa a buscar a mis hijos, pero estos se habían ido ya. Se maldijo por haber llegado tarde, y se maldecía porque tendría que estar solo toda la mañana ya que no tenía las llaves de su casa y no podía entrar hasta el medio día que regresaban sus padres. Le dije que los esperara a que regresaran que en una hora, hora y media estarían de vuelta. Decidió quedarse y esperarlos.
    
    Yo en aquel entonces tenía cuarenta y siete años, y los llevaba perfectamente, de hecho de los cuarenta hasta los cincuenta y cinco ha sido la época en la que más depredadora sexual he sido, y la mayoría de veces con éxito, Reme igual. Mis pechos sin ser exageraos son grandes, se mantienen aún hoy erguidos, aunque a los sesenta me hice un estiramiento de piel porque dado el volumen no me cayeran, ni se nota. Soy de pezón largo y culo respingón, completamente redondo. Me considero y la gente considera, que soy guapa, y lo soy, tengo unos rasgos vikingos que hacen que mis ojos azules brillen. Soy rubia y el pelo del coño también lo tengo rubio, ya casi blanco o sin color, pero encuentro que me da un aire interesante. Los del coño desde que entró la moda de su depilación, ...
    ... anda desnudo de pelambrera.
    
    Bien aquel día, fue él quien me dijo que era su cumpleaños y que por la noche habían preparado una fiesta, que mis hijos también irían. ¡Vaya! A mí ni me lo habían mencionado. Le dije que entrara en la casa y que los esperara en el jardín, que yo iba ahora a darme un baño en la piscina. Él me dijo que no llevaba bañador, yo me reí y le dije que viniera conmigo, él vino.
    
    Cuando llegué al jardín me desnudé, siempre me baño en pelotas, y se lo dije, él se quedó atontado, no sé si por lo que le dije o por verme a mi desnuda. Hasta aquel momento no me lo había mirado como presa sexual, pero cuando al final se desnudó, se metió en el agua, lo vi nadar, aquella musculatura de joven sano, y sobre todo el calibre de su pene, mi actitud cambió, y surgió en mí la cazadora de mí ser.
    
    Aún recuerdo la cara que puso cuando me fui nadando hacia él, me sumergí y me subí a sus hombros. Intencionadamente le di un buen masaje con mi chichi en su cogote, y desde ahí arriba de sus hombros, me deslicé frente a él poniendo mi chichi frente de sus morritos y despacio me dejé engullir por el agua hasta que mi coño tropezó con su erecta polla. Me la fui introduciendo lentamente mientras le tenía agarrado por el cuello, le miré, vi esa cara de ángel dócil y sorprendido, sin decir nada le rodee la cintura con mis piernas, con un golpe de cadera terminé de meterme toda aquella tranca dentro y lo besé.
    
    No tardó en vaciarse dentro de mí, pero le volvió la energía de ...
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