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El juego de los intercambios
Fecha: 25/12/2025, Categorías: Intercambios Autor: Bennasar, Fuente: TodoRelatos
... el mio, su pene era novedad, el semen mio sería igual de novedad porque nunca lo había tragado, sin querer habría probado alguna gota. Además quedamos en que me daría un poco de celos deliberadamente. Teresa comenzó también a gemir más alto cuando notó que Germán estaba a punto. En un momento a Germán se le reviraron los ojos. —Oh, oh. Me corro—y arqueó el cuerpo para arriba y para abajo pero sin sacar el pene de la boca de Teresa que miraba sin perder detalle de la cara que ponía al correrse. Teresa con alegría en los ojos abrió la boca terminadas las sacudidas y sacó la lengua impregnada en semen, tragó con una sonrisa y volvió a meterse el pene en la boca. Luego le cogió los huevos con cuidado y le miró a los ojos. —Listo. Investigación realizada a resultas de la cual certifico que ha salido un chorro de sustancia blanca aceptáblemente comestible o bebestible según se mire, es un poco salado y ácido, otro día pruebo el tuyo y comparo. Me dijo a mí— La última chupada te la he dado porque muy posiblemente no volvamos a hacerlo... de despedida. Espero que apruebes mi investigación. —Tienes una nota muy muy alta. —Aurora, nos toca. —Se ve que tienes ganas. —coqueteó en broma. —Muchas. Sabes muy bien que tengo muchas ganas. Al fin y al cabo todo esto empieza por mis ganas. —Te lo enseño con gusto por ser tú y porque sé que tienes ganas de verlo. —Se tumbó en la cama con las piernas cerradas y con coquetería dijo.—Tendrás que abrirlas tú. —Me coloqué y ...
... besé sus muslos por el interior que dejaba accesible y suavemente fui introduciendo las manos para ir separando sus piernas con cuidado y besos, cualquier cosa que le hiciese me gustaba, según se abrían las piernas iba llegando más adentro con los besos hasta que la vulva quedó a la vista aunque un vello no excesivamente tupido seguía medio tapándola. Con los dedos separé el vello y contemplé. —Ahora me puedo abrir yo los labios… o prefieres hacerlo tú. —Ábrelo tú y luego continúo yo. —Se abrió los labios para mí, yo sustituí sus dedos por los míos. ¡Tenía ante mí el deseado coñito de Aurora! Aurora era delgada y pequeña, sus labios mayores eran menos carnosos aunque más largos que los de Teresa y los menores sobresalían al haberse abierto y estaban expuestos labios y clítoris, supongo que estaba excitada como todos. Gran parte de su atractivo se debía a su sencillez de cuerpo y de alma, senos pequeños pero perfectos, cara sencilla pero bonita, culo delgado y bonito y personalidad cercana, sincera y sensible nunca tendente a hacer daño. Me alegré por Germán, no debía ser difícil estar enamorado de ella, que quede claro que yo lo estaba de Teresa. —Que nadie se ofenda si digo que eres preciosa. —Me gusta oírlo. Y que lo oiga Germán para que te copie. —Yo también lo digo, quizás pocas veces…, mea culpa, pero lo pienso —dijo Germán. —Lo voy a acariciar. —Con cariño, por favor. —Con mucho. —Y olí profundamente, olía a sexo y muy ligeramente a pis, acerqué la ...