Lejos de casa (1. Llegando a una nueva tierra) - Relatos Eróticos

Lejos de casa (1. Llegando a una nueva tierra)

... hilo de la conversación y pronunciar palabras complicadas, paré de beber. Pero el resto de las personas sólo incrementó la fiesta.

No puedo negarlo, me divertí como tenía meses, quizás años, sin divertirme. Los juegos de borrachos, las anécdotas alcohólicas, la desinhibición… Fue verdaderamente divertido. Poco después de la media noche, la gente comenzó a retirarse. Karla estaba tomada, sin embargo Valeria estaba completamente borracha, a penas se mantenía de pie.

Jaime ¿qué hago con ella? - preguntó Karla, entre divertida y nerviosa, su tono etílico me pareció tierno

¿A qué te refieres? -pregunté, comprobando que aún no podía decir bien la “R” fuerte.

Val tiene…historia. Ya van varias veces que su mamá la regaña por llegar completamente borracha a casa y me han encargado cuidarla pero… casi siempre este es el resultado. Además trajo su auto, no puede manejar así.

¿Por qué no la llevas a tu casa?

Mi mamá y su mamá trabajan juntas, su mamá es… jefa de mi madre. Se podrían enterar y correrían rumores por su empresa.

La miré con duda en los ojos, aquello no me parecía un plan adecuado.

Sé que a penas nos conocemos pero… podría quedarse en mi cuarto. Puedo cuidar que no le pase nada por la noche y en la mañana enviarla a casa. Difícil confiar en un hombre, pero puedo jurarte que no le pasará nada.

Creo que es buena idea- dijo luego de pensarlo un momento, escarbó el pequeño bolso de la casi inconsciente Valeria y sacó las llaves de su auto- ten, ...

... vamos de una vez.

Tomé las llaves. Fue tonto e irresponsable, pero eran solo algunas cuadras hasta mi casa. Metimos a Valeria en la parte trasera mientras nos decía cuánto nos quería. conduje su coqueto Beetle hasta mi casa, lo aseguré y pasamos.

Con ayuda de Karla la arrastramos lo más silencioso posible hasta mi cuarto, pasamos discretamente y le di una pijama. Las chicas se encerraron juntas en mi cuarto mientras yo esperaba afuera hasta que se cambiaran. Se sentía incorrecto, pero la idea de tener a una chica preciosa en mi cama me inquietaba el bajo vientre.

Listo- avisó Karla.

Entré y ví a Valeria con una de mis pijamas, le quedaba enorme a su delgado cuerpo, dormida plácidamente en mi cama. Preparé algunas colchas y cobertores e improvisé una cama en el piso.

Muchas gracias por esto Jimy, te la encargo mucho, es casi mi hermana y no me perdonaría que le pasara nada- me dio un beso en la mejilla y la acompañe a la salida, sintiendo el tacto de sus labios arder aun en mi cara.

Regresé a mi cuarto, salí a cepillarme los dientes, orinar y volví a meterme, tomé un poco de agua y lleve otro vaso por si Val tenía sed en medio de la noche (seguramente la tendría también al despertar)

Jimmy, ¿estás ahí?- preguntó arrastrando la lengua, apenas se le entendía nada.

Sí Val ¿estás bien?

Sube a la cama, duerme conmigo.

No sería correcto Val, mejor descansa.

No me entiendes, estoy muy caliente y me gustas… hagamos cosas.

Val, me halagas pero sigues ...