Lejos de casa (1. Llegando a una nueva tierra) - Relatos Eróticos

Lejos de casa (1. Llegando a una nueva tierra)

... tomada. Duerme- mi corazon estaba a mil por hora, intentaba que el nerviosismo no se notara en mi voz.

¿No te gustó? ¿No te parezco linda?

Eres preciosa Val, pero no es correcto.

Entonces cogeme- se levantó de la cama y se inclinó sobre mi cama improvisada y dejó caer su menudo cuerpo sobre mi. Maldita sea.

Val, tranquila. Hablemos de esto en la mañana. Karla me va a matar si…

Karla, Karla, Karla… todo siempre es Karla. Yo sola puedo hacer babear a todos los hombres del lugar, pero cuando llega Karla hasta la atención de las mujeres se roba- su tono cambió al enojo, pero seguía encima de mi y mi cuerpo estaba reaccionando al suyo.- También he visto cómo la miras…babeas por ella y… y… y no te puedo culpar. Desde que te vi me atrajiste sexualmente, quiero estar contigo, quiero cogerte pero también quiero cogermela a ella…maldita sea- empezó a llorar.

Tranquila Val- la abracé, todo rastro de excitación en mi se difuminó en una nube de confusión- Descansa pequeña, mañana hablaremos de esto.

No me di cuenta en qué momento paró de llorar y se quedó dormida, sobre mi. Con la delicadeza que pude la acosté en mi cama improvisada y dormí de espaldas a ella. Pude subir a mi cama pero me pareció egoísta no compartir el suelo, entonces yo también me dormí.

Lo que pasó esa mañana fue mi puerta al verdadero paraíso.

_______________________

Desperté casi al despuntar el sol, saqué algo de ropa y me di una ducha. Regresé a mi cuarto, Valeria seguía durmiendo ...

... plácidamente. Decidí comenzar a preparar el desayuno, casqué unos cuantos huevos y los revolví con tocino, preparé café, serví un vaso con agua y preparé un par de aspirinas.

Buenos días- saludé al verla salir de mi cuarto, parecía destruida.

Buenos días, me siento fatal- dijo con los ojos entrecerrados al salir a la luz de la cocina.

Ten, bebe agua y toma estas aspirinas. También tomé café y preparé comida.

Vaya, gran servicio. Tengo que ver si mi estómago resistirá la comida.

Serví un par de platos mientras ella se sentaba y sostenía su cabeza, dando sorbos pequeños al agua.

Nunca había tenido una resaca tan mala.

Deja que las pastillas actuen, come algo y toma más agua.

Qué vergüenza que me veas en este estado…y en tan poco tiempo de conocernos.

No te preocupes, he visto de todo

Desayunamos lentamente, yo tampoco me sentía con demasiada hambre y lo que pasó en la noche aún revoloteaba por mi cabeza y estómago. Me sentía nervioso ahí solo con esa pequeña chica en mi habitación.

Eres un buen cocinero, ojalá estuviéramos comiendo en otra situación… pero aún así sabe a gloria.

Es la resaca- sonreí

Jimy…¿puedo preguntarte algo vergonzoso?

Claro- mi estómago se apretó

Tengo recuerdos borrosos de la noche, pero me acuerdo cuando Karla me ayudó a cambiar y me acostó en tu cama…¿por qué amanecí en el suelo?- su cara se tornó roja, se veía muy tierna. La pregunta me agarró por sorpresa, decidí modificar un poco la realidad.

Yo dormí en el ...