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Clases de Teatro
Fecha: 27/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Generico, Fuente: TodoRelatos
... Cristina siguiera siéndome fiel. Ambos estaban de pie y Daniel sacaba de una bolsa un libro viejo y elegante entre sus manos. —Quería darte esto —dijo su voz—. Es una edición antigua de Romeo y Julieta. El otro día en casa de mi madre ví que la tenía y pensé que tal vez la querrías como recuerdo de todo esto. Cristina lo miró con cariño como si le hubiese hecho el regalo más tierno del mundo y le respondió: —Dani, no puedo aceptar esto. Siendo de tu madre me sentaría mal que me lo quedara yo. —¿Por qué? —preguntó él, acercándose un paso—. Está por casa sin que nadie le haga caso, y aunque seguramente tampoco lo vayas a leer nunca te traerá buenos recuerdos. Han sido unos meses realmente divertidos. Y lo que hemos hecho juntos, los sentimientos que hemos compartido, será nuestro para siempre. Ella extendió la mano y acarició la cubierta del libro con una ternura que hacía tiempo que no le veía. —Ha sido solo una obra de teatro, no le des tanta importancia—susurró, pero su tono era débil, como si intentara convencerse a sí misma. —¿De verdad lo ha sido? —Daniel dejó el libro sobre un baúl cercano y se acercó todavía más—. Cris, no me digas que no has sentido lo mismo que yo. Hubo un momento en el que yo al menos dejé de actuar. Daniel empezó a acercar lentamente su cabeza hacia Cristina pero ella negó lentamente con la cabeza, pero no retrocedió. —Dani por favor, sabes que estoy con Lucas. —Lo sé —dijo él, y su mano se alzó para acariciarle la ...
... mejilla—. Pero sé que una chica como tú no se encuentra todos los días. Daniel volvió a acercarse y Cristina volvió a protestar. —Lucas está fuera, debe estar preguntándose donde estoy. —Pues que espere un poco más. Él te va a tener en cuanto salgas de este teatro, pero mientras estés aquí tú eres mi Julieta. De nuevo volvió a lanzarse inclinando su rostro una lentitud deliberada dando a Cristina toda oportunidad de rechazarlo, de apartarse, de poner fin a lo que aún podía ser negado. Pero ella permaneció allí, con los ojos entrecerrados, viendo acercarse esa situación que ambos habían estado tanteando desde hacía semanas. Cuando sus labios se encontraron, fue con total familiaridad como si ya conocieran exactamente la forma y la presión el uno y el otro. Daniel comenzó moviendo sus labios con suavidad y Cristina emitió un quejido ahogado, casi un suspiro de derrota, y sus labios se entreabrieron levemente en respuesta. Fue la invitación que él esperaba y su lengua se deslizó entre sus labios con naturalidad como si ya le perteneciera ese espacio. Al contacto, Cristina respondió de inmediato. Su propia lengua se enredó con la de él en un juego húmedo y sensual. El sonido bajo y húmedo de sus bocas unidas resonó en el silencio polvoriento del almacén. La mano de Dani se enredó en su pelo, y la de ella se aferró a su camisa, tirando de él hacia sí. Ya no podía soportar esto, tenía que actuar, pero entonces me di cuenta que había algo más que me aterraba más como el ...