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Bajo el Sol de la Traición - Capítulo 19 ☀️🔥
Fecha: 29/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Vespero, Fuente: TodoRelatos
... amor que ahora veía completamente profanado. Crucé el umbral y el aire viciado de la habitación me golpeó. Olor a alcohol rancio, a humo de tabaco y ese perfume caro que ahora parecía una máscara empalagosa. La penumbra apenas ocultaba el desorden: ropa tirada sobre las sillas y el suelo, botellas vacías del minibar sobre la mesita, dos copas usadas, un cenicero desbordante. Era el escenario de una fiesta que había durado demasiado, o de una espiral de excesos. Mis sospechas sobre su recaída se confirmaron visualmente, dejando un sabor a derrota en mi boca. —Siéntate si quieres —dijo Esperanza, con un gesto vago hacia una butaca, mientras ella misma se dejaba caer en el borde de la cama deshecha. Evitaba mi mirada, jugueteando nerviosamente con el cordón de su bata. Me quedé de pie, cerca de la puerta, sintiéndome más seguro así. Demasiadas cosas no encajaban. —Daniel llamó anoche. Y esta mañana —empezó ella, su voz sonando un poco forzada, como si recitara un guion—. Está preocupado, Samuel. Muy preocupado. Tenemos que decidir qué le vamos a decir, cómo manejar esto con él… Y también está lo de la cuenta que compartimos, nuestras cosas aquí… Hay que organizar todo eso. Asentí lentamente, fingiendo considerar sus palabras, mientras mis ojos barrían la habitación con discreción. El tocador al otro lado de la cama. La puerta del armario. La pequeña caja fuerte digital empotrada en la pared, cerca del armario. ¿Dónde guardaría Esperanza algo tan valioso como ...
... el collar de aguamarina? Siempre había sido algo descuidada con sus joyas, pero ese collar era especial, caro. Ella seguía hablando, detallando supuestas preocupaciones sobre las transferencias bancarias, sobre cómo dividir los días restantes de la reserva del hotel (una idea absurda en nuestra situación), pero yo apenas la escuchaba. Mi mente estaba calculando. El joyero solía dejarlo sobre el tocador o dentro del primer cajón. O quizás, por seguridad, lo había metido en la caja fuerte. Observé a Esperanza. Se movía con inquietud, se pasaba la mano por el pelo, se levantaba para buscar un cigarrillo de una cajetilla abierta sobre la mesita de noche y lo encendía con manos ligeramente temblorosas. ¿Nerviosismo por la conversación? ¿Por mi presencia? ¿O eran los efectos de lo que hubiera consumido? —Sí, tienes razón, hay que organizar… lo práctico —respondí vagamente, con mis ojos deteniéndose en el tocador. Desde mi ángulo, no podía ver claramente su superficie. Necesitaba moverme. Necesitaba una excusa. —Esperanza, ¿te importa si uso el baño un momento? —dije, intentando sonar casual—. Necesito refrescarme y… revisar el vendaje. Ella me miró, sus ojos ligeramente desenfocados encontrando los míos por un instante. Hubo una fracción de segundo de duda en su mirada, quizás sospecha. —Claro —dijo finalmente, encogiéndose de hombros y dando una calada profunda a su cigarrillo—. Como quieras. Está ahí. Era mi oportunidad. Me dirigí hacia el baño, que estaba ...