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Bajo el Sol de la Traición - Capítulo 19 ☀️🔥
Fecha: 29/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Vespero, Fuente: TodoRelatos
... —añadió Alice, con sus ojos brillando con malicia—. Porque si no lo eres… bueno. Digamos que este collar podría 'perderse' en la policía junto con una denuncia por robo. Y tu pasaporte… también. Y Marco se asegurará de que pases mucho tiempo explicando tu 'agresión' a las autoridades mexicanas. ¿Entiendes ahora? Las amenazas de Alice y Sophie resonaron en la habitación silenciosa, frías y definitivas. Tenían mi pasaporte, tenían el collar –mi estúpido intento de recuperar algo convertido en un arma contra mí– y tenían la mentira de Marco respaldada por seguridad del hotel. Estaba atado, aislado, y mi palabra no valía nada contra la de ellos. La resistencia directa era un suicidio. Bajé la cabeza, dejando que mis hombros se hundieran en un gesto de aparente derrota. La cabeza me daba vueltas, un efecto persistente del golpe al ser capturado o quizás de esa agua con sabor extraño que Alice me había hecho beber. Me costaba enfocar mis pensamientos con claridad, parecía una niebla química dificultando mi concentración. —Okay… Okay —murmuré, con mi voz sonando pastosa, débil. Odiaba el sonido de mi propia sumisión, pero era necesario—. No… no quiero más problemas. Ya… ya he tenido suficientes. Me lamí los labios secos. —Necesito… tiempo —continué, mirando al suelo—. Tiempo para… pensar en esto. En lo que dijo Esperanza… en lo que… ustedes dicen. Es… mucho. Mantuve la mirada baja, pero mis ojos se movían discretamente, absorbiendo cada detalle a mi alrededor ...
... mientras ellas intercambiaban una mirada de suficiencia. La silla era de madera, vieja pero sólida. ¿Tendría algún borde áspero, alguna astilla contra la que pudiera intentar frotar los precintos plásticos que me sujetaban las muñecas a la espalda? Parecían apretados, dolorosamente apretados. La habitación era impersonal, probablemente otro cuarto de hotel, pero más barato, más alejado de la zona principal. Había una ventana con cortinas gruesas y corridas, bloqueando la vista exterior. La puerta tenía una cerradura simple, pero estaba lejos. —Claro que es mucho, honey —dijo Alice, su tono ahora era condescendiente, satisfecha con mi aparente rendición—. Tienes que adaptarte. Modern times. —Esperanza… ella será feliz —añadió Sophie, como si eso fuera un consuelo—. Y tú… también puedes serlo. Si aceptas. Se rieron entre ellas, claramente complacidas. Su atención comenzó a desviarse de mí, seguras de tenerme controlado. Sophie sacó su teléfono y empezó a teclear con rapidez. Alice, con una energía nerviosa que delataba su propio consumo, se acercó a una pequeña cómoda, sacó una bolsita de plástico y con una tarjeta de crédito empezó a preparar unas líneas de polvo blanco sobre la superficie oscura del mueble. Me ignoraban, al menos parcialmente. Luché contra la niebla en mi cerebro, contra la sensación de mareo y la sequedad en mi boca. Tenía que mantenerme alerta. Observé a Alice inhalar el polvo con un billete enrollado, con sus ojos cerrándose brevemente en éxtasis. ...