Destino equivocado
Fecha: 05/05/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Dany, Fuente: CuentoRelatos
... pero es que en unos minutos vamos a aterrizar en el aeropuerto de Guatemala. Joaquín se percató de aquella mirada de la azafata, que trató de hacer con disimulo, y se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo con sus partes íntimas. Le había vuelto a ocurrir lo mismo que con Laura, cuando se bañaba desnudo en la piscina de la casa de montaña creyendo que estaba solo. «¡Qué vergüenza! ―pensó― ¡Joder! esto me ocurre por esos sueños eróticos que se meten en mi mente sin que yo pueda evitarlo; menos mal que no he de volver a ver a la azafata». A las cuatro de la tarde CST, con algunos minutos de retraso, el aerobús aterrizó en el aeropuerto de La Aurora en Guatemala. Cuando estaba por salir del avión, antes de entrar en el puente de abordaje, para más vergüenza, se percató que un par de azafatas estaban despidiendo a los pasajeros, una de ellas era, precisamente, la chica que había sido objeto de sus requiebros, la misma que lo había despertado en aquella situación tan embarazosa. La saludó levantando la mano en gesto de despedida, sin poder mostrarle la cara; pero, antes de que pudiera dar dos pasos, escuchó que una de las aeromozas dijo: —¡Marisol! —¿Perdón?... —Marisol —repitió la chica—, así me llamo —completó con cierta zalamería y una sonrisa maliciosa; luego, alzando también la mano, se despidió de Joaquín. Las sorpresas del viajero estaban por comenzar. Una vez en la terminal aérea, el recién llegado turista se dirigió a la ventanilla de control. —¿Cuál es el motivo de su ...
... visita? —le preguntó el encargado. —Turismo, en realidad voy hacia Antigua, a pasar unos diez días. —¿Tiene reserva de hotel? —Sí… —Bienvenido, que disfrute su estadía. El encargado en la ventanilla le entregó el pasaporte y siguió su camino para salir de la terminal aérea un poco desconcertado, porque no había visto el menor indicio de algo que le indicara dónde tenía que abordar el avión para la isla de Antigua. Antes de salir le preguntó a una de las personas de servicio de la terminal. —Disculpe, ¿dónde puedo abordar el transporte para Antigua? —Es necesario que salga de la terminal, luego allí afuera puede preguntar… —Es que yo tengo ya arreglado todo el viaje hasta Antigua… —Ah, ya veo. En ese caso al salir de la terminal seguramente va a encontrar a alguien que lo esté esperando, probablemente con un rótulo en el cual esté escrito su nombre. Cuando salió del aeropuerto sucedió tal como le habían dicho: una persona le aguardaba con un rótulo en el cual estaba escrito, con grandes letras. Joaquín se encaminó hacia él, se saludaron, el señor que le aguardaba tomó su equipaje y luego abordó el transporte, un microbús bastante cómodo. Unos minutos más tarde iban de camino a Antigua, pero no a la isla paradisiaca con la que Joaquín había soñado en el avión, sino a un pueblo que estaba a kilómetros de cualquier playa posible. Había habido un malentendido, y en lugar de enviarlo a la isla de Antigua lo habían enviado a Antigua Guatemala, lugar que muchos conocen únicamente como ...