1. La promesa de Cristian


    Fecha: 13/06/2018, Categorías: Gays Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues

    ... que imaginaba. Cristian: me he cuidado para ti. Los ojos de Manuel brillaron y tras otro beso, me volteó en la cama y me susurró: tienes el mejor culo que he visto. Voy a comprobar que te has guardado para mí. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando sentí como sus manos grandes apretaban mis nalgas para abrirlas y con su dedo empezó a esculcar en mi interior. Dí un salto y gemido de dolor ante el intruso en mi recto. Por el espejo del cuarto vi la sonrisa triunfal de mi hermanastro que comprobaba que yo estaba 100 por ciento cerrado, totalmente virgen. Manuel susurró: me dijiste la verdad. Voy a ser el primero y único en tu vida. Cristian: sí mi amor. He esperado años por ti. Manuel: y ahora no te voy a decepcionar. Manuel metió un segundo dedo en mi cavidad anal y como si fueran tijeras sus dedos intentaban ampliar mi estrechez. Manuel: tengo que prepararte bien, porque mi verga te va romper de lo estrecho que estás. Cristian: lo que tú digas amor, tú sabes lo que debes hacer. Manuel me atrajo hacia él y me besó, sacó sus dedos de mi entrada y me dijo: quiero que te sientes en mi verga, así te dolerá menos. Yo me sonrojé pues no sabía cómo hacerlo, pero él se sentó en la cama con su mástil parado para mí. Estaba de espaldas cuando me iba a sentar en su verga, pero me detuvo y dijo: siéntate de frente, quiero ver tu cara cuando entre en ti. Obedecí y me acomodé de frente en cuclillas para sentarme en la verga, tenía miedo, pero Manuel me dijo: despacio y ábrete las nalgas ...
    ... lo más que puedas. Solo asentí con la cabeza y empecé a descender sintiendo como el palo de mi macho quedaba justo en la entrada de mi ano. Vi que era muy larga y cabezona, respiré hondo y empecé a sentarme, Manuel detenía la base de su verga erecta y yo intenté a esforzarme para que entrara pero la cabeza era demasiado grande y yo muy cerrado. Cristian: no puedo, no va entrar. Manuel: ábrete más bebé. Entrégate a mí. Solo así serás mi mujer y yo tu macho. Las palabras de Manuel me excitaban y producían un efecto dilatador en mi ano, que empezó a ceder a la presión y la cabezota entraba poco a poco, mi cara empezó a expresar dolor, mientras que Manuel sentía el mayor de los placeres, su verga estaba rompiendo un culito virgen. Manuel: puta madre qué placer. Desde niños quería tenerte así, bien ensartado. La cabeza de la verga entró y con esfuerzo seguí bajando sintiendo como los pliegues de mi ano se rompían dando paso al intruso de carne. La mitad ya estaba dentro y el dolor era enorme. Cristian: me duele demasiado. Manuel: aguanta, así tiene que ser, después gozarás. Cristian: no puedo bajar más, no me cabe, es muy grande. Manuel: estás muy estrecho pero te la vas a comer entera. Manuel movió sus caderas y dando un impulso desde abajo incrustó el resto de su verga en mi culo que se abrió a la fuerza, mientras yo di un grito de dolor pues sentía que me partían por la mitad y que la verga me iba salir por la boca. Comencé a llorar y Manuel me besó en la boca y mirándome a los ...
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