1. el día que mi esposa gozó que la violaran.


    Fecha: 29/06/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Cuando me vio el tipo, se paro y camino a su mesa y cuando nos cruzamos me dijo como para que no oyera, “está rica tu mujer” en un susurro tan bajo, que realmente me costó descifrar lo que dijo y le pregunté, --¿cómo dice?-- pero el solo se sonrío y no repitió nada. Al llegar a la mesa le pregunté a ella de que estaban hablando y me dijo que cosas sin importancia. Comimos y pedimos la cuenta y en ese momento en que nosotros pagábamos, los tipos salieron, eran los camioneros que transportaban ganado. Se fueron haciendo un escándalo, acelerando por puro gusto los motores de los aparatos y poniendo los frenos de motor sin ningún motivo, solo para hacer ruido. Cuando terminaron de hacernos la factura, mi mujer ya estaba en el baño otra vez, y es que todavía nos quedaban unas cuatro horas para llegar a nuestro destino y había que aprovechar a lavarse la boca, lavarse las manos o hacer las necesidades, ya que había un cuarto de baño limpio donde hacerlo. Fui al baño yo también al recibir el vuelto y la factura, me lavé la boca, las manos y me peiné un poco los pocos cabellos que aún conserva mi cabeza. Pero mientras hacía todo eso, no se me quitaba de la cabeza, lo que me había dicho aquel camionero, poco a poco fui intuyendo lo que dijo y me di cuenta al terminar de lavarme la boca, lo que aquel hombre había dicho, “esta rica tu mujer” ¡eso dijo! Me molestó un poco, pues sentí que era una forma abusiva de referirse a ella y esperé no volverlos a ver otra vez. Ya en el camión, ...
    ... mi esposa se quedó con aquellos zapatos de tacón, que le hacen ver tan sexis las piernas con aquel vestido tan corto. Mientras manejaba, aquellas piernas me hipnotizaban y por momentos perdía la atención del camino y casi me salía del asfalto. Ella se dio cuenta que yo me iba imaginando cosas por verle las piernas y me preguntó… ¿Creés que tengo buenas las piernas?-- --¡Claro que si, muy buenas y…muy ricas!-- le contesté. –Es que ya estoy vieja—me dijo y añadió --¿creés que alguien más crea que estoy buena? --¡por supuesto que sí!—le contesté. Caminamos otros cuantos kilómetros y ya la luz nos estaba abandonando y es que yo había calculado mal el tiempo, pues no contaba con lo lento que era aquel vehículo. Le empecé a acariciar las piernas a mi mujer y ella comenzó a hacer esa respiración profunda que hace cuando algo la está excitando. Como iba manejando, con solo una mano la acariciaba y la provocaba a que abriera las piernas, el calzón ya lo llevaba mojado de la excitación y comencé a bajárselo hasta las rodillas y ella se lo terminó de quitar. Con mis dedos, le estimulaba el clítoris y ella abría las piernas lo más que podía. En ese momento, le pregunté, que le había dicho aquel chofer y me confesó, que le llego a decir que qué buenas tenía las piernas y luego se levanto al verme y se fue. --Por eso me preguntaste si tenias buenas piernas…-- dio un pequeño gemido y me dijo algo entre cortado –sssiii-- Se estaba excitando mucho y entre el toqueteo y todo eso, ya le había ...
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