el día que mi esposa gozó que la violaran.
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... esa posición. Le apretaba los pechos tan fuerte que al parecer le dolía mucho a la pobre y él le gritaba a vos en cuello, --¡que ricas tus chiches mi amor!-- Volvió a recostarse sobre ella y le volvió a hablar de nuevo al oído y le metía su lengua en el, mientras le hablaba. Después de eso, vi como que ella ya no estaba tan furiosa, como que empezó a cooperar un poco y empezó a mover las caderas, haciendo que el pene del tipo se deleitara con su vagina y con ese movimiento, que hacía que la penetrara hasta el fondo y luego lo sacaba casi todo, para arremeter de nuevo y metérselo otra vez. Realmente estaba sorprendido de lo que mi mujer estaba haciendo, pero pensé que lo hacía para que no nos mataran. El tipo comenzó a jadear y unos cuantos gemidos opacados, se salieron de la garganta de mi mujer, cuando aceleró el movimiento de sus caderas y empezó a respirar muy profundo. Ya sentía yo que ella iba a tener un orgasmo, cuando el tipo no aguantó más y se vino dentro de ella. Ella se quedo moviendo las caderas, a pesar que el pene del hombre ya se había retraído y no la estaba penetrando. Respiro fuerte y aflojo su cuerpo. Volteo a verme y con gestos le pregunte, que qué estaba haciendo y ella con gestos me dijo que no sabía que le había pasado. Luego vino el otro tipo y la desato de la carrocería y la obligó a arrodillarse, ya de rodillas le dijo que le abriera la bragueta, a lo que ella se negó y el desgraciado le metió una cachetada, que se oyó, como cuando se pega con un ...
... chicote a algún pedazo de madera. Con los ojos humedecidos por las lágrimas del dolor que le causo la cachetada, le bajó la bragueta al tipo y luego le desabotono el pantalón. Le bajó el pantalón hasta las rodillas y luego le bajo el calzoncillo, de donde salió un pene bien erecto y le dijo, --¡Mamáme la verga!-- Siempre que le pedía que hiciera eso conmigo, ella siempre ponía excusas y si lo hacía se le notaba como un gran asco hacerlo. Pero le agarro el pene con una mano y comenzó a lamerle la punta y luego comenzó a chuparle el pene de una forma como me lo hacía a mí, con asco en su rostro. Pero mientras el disfrutaba que su pene estuviera en la boca de mi esposa, ella me veía a mi de una manera que no pude entender. Era una mirada de suplica, una mirada como pidiendo perdón y no entendía por qué. El rostro le cambió y empezó a mamarle de una manera, que no sabía que ella podía hacer. Se metía todo el pene en la boca y creo que le llegaba hasta las amígdalas, pero se lo hacía con una pericia tan grande, que parecía profesional. El tipo le agarro la cabeza y ella lo agarro con una mano de las nalgas y con la otra le agarraba el pene. El empezó a gemir y le dijo, --me voy a ir, me voy a ir--, pero ella le mamaba con más fuerza, hasta que el tipo termino en su boca. La verdad, no sabía que pensar. Primero pareció disfrutar que la penetrara el tipo ese y luego, me dio la impresión que disfruto la mamada que le dio al otro tipo. Me tenía intrigado su actitud, a mí nunca me había ...