Atracción y Desviación
Fecha: 21/07/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... que era yo a quien follaba. Quería sentir su sudor, la pasión de sus besos y abrazos, sentir que me laman la cuca y sentir la leche en mi piel –mi esposo nunca lo había hecho-, inventar poses, montar encima del hombre a quien amo y siempre me ha cuidado y protegido. Cuando regresó mi esposo estaba tan caliente que quise hacerle el amor de una manera salvaje, pero él no me correspondió. Me senté encima y quise cabalgarlo, pero él no hizo nada y cuando terminó ya no quiso otra más. Había eyaculado y no se preocupó si yo había alcanzado el orgasmo o no. En cambio mi hijo, se preocupó en que Melisa alcanzara por lo menos dos orgasmo, luego de acabar empezó a beber los labios vaginales de Melisa, jugar con su clítoris y hacerla perder en la lujuria total. Cada vez que veo unos condones recuerdo las acrobacias de Melisa e Ivan. Ya no era mi niño, sino un hombre hecho y derecho con necesidades con ciertas galanterías hacia las chicas y conmigo. Luego de terminar la carrera se fue a convivir con Melisa. Supongo que hacían el amor todos los días. Hasta que a ella le ofrecieron un trabajo en el extranjero, al principio no quiso aceptar pero Ivan le hizo entender que no quería truncar su futuro y estaba dispuesto a esperarla y nunca la olvidaría. Lo importante es que ella se sienta realizada. Con cuántas lágrimas me contó eso. Dejarla ir fue la decisión más difícil y dura. Lo peor fue que a los meses ella le contó que había empezado a salir con alguien. Él les deseo toda la ...
... felicidad del mundo y entendía perfectamente que ella se sentía sola y tiene necesidades, pero no pudo evitarse sentir traicionado. Sólo le quedó abocarse a su trabajo, aún más duro. Pasaron unos meses más y empezó a salir con otras chicas: chico soltero, con departamento, auto y un sueldo aceptable para divertirse de forma adecuada. El resto me lo daba a mí para ayudarme con los gastos de la casa. Cuando su padre se puso mal, regresó a vivir con nosotros. La razón es que se gastaba mucho en medicinas ya no le alcanzaba para el alquiler del departamento, además que necesitaba ayuda con las labores domésticas. Su cuarto estaba como siempre. Aún se abocada a su físico, pero había perdido algunos puntos con las chicas. Por falta de tiempo, principalmente, ya que yo me apoyé en su hombro y necesitaba su fortaleza moral. Ver su cuerpo sudoroso me estaba volviendo loca. En Año nuevo su padre iría a visitar a su familia y yo me iba quedar a solas con mi hijo. Drogué su vino, la droga cambiaba su percepción y pensaría que se trataba de un sueño. Empecé a quitarle la camisa -¿Quién eres? –dijo -Melisa —respondí, ya que fue lo primero que se me ocurrió. -Hueles como mi madre. -¿Y qué si lo fuera? ¿Me harías el amor? —La droga no le permitía mentir. -Sí, la deseo desde que era un adolescente, es mi princesa, mi reina. -Soy tu madre, hazme el amor. Sus movimientos eran torpes, así que tuve que ayudar a guiar sus movimientos. Por ejemplo quiso lamer mi concha, pero sus labios fueron hacia mi ...