La profe de inglés
Fecha: 24/07/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... problemas. Mateo no asistió a mi clase aquel día, o eso pensé. La clase prosiguió con normalidad, hasta que vi la hora. Habían pasado 15 minutos, y ni noticias de Sabri y de Santi. Faltaban 5 para que me suceda el profesor de lengua, por lo que concluí lo mejor que pude y me retiré del salón apenas él ingresó, busqué a Santi en preceptoría y a Sabri en el baño. ninguno de los dos daba señales. Pero algo adentro mío, como una corazonada me decía que no debía alarmar al director y que tenía que encontrarlos yo solita. Para mi sorpresa, apenas entré al viejo laboratorio, un lugar lleno de cosas en desuso y libros inútiles, tuve la prueba del deseo en cuerpo y alma. Santi estaba sentado en una silla despintada con el pantalón en los tobillos. A su lado Mateo fumaba un cigarrillo y, frente a ellos estaba Sabrina, arrodillada con la pija hinchada de Santi en la boca, con su falda lisa negra en la cintura y con una mano ocupada poniéndole un forro a Mateo. La pendeja no tenía ropa interior, por lo que sus nalgas redondas, sedosas y brillantes me paralizaron a la par que el movimiento de su cabeza al subir y bajar suavecito por la verga de Santi que jadeaba pidiendo más. Mateo me vio y quiso levantarse. Pero Sabri lo retuvo con un par de lamidas en los huevos. ¡profe, qué hace acá?!, tartamudeó Santi mientras yo cerraba la puerta con pasador, el que solo funcionaba por dentro. ¡ustedes qué hacen acá mocosos, van a tener problemas con el director… Mateo, vos ni siquiera entraste a ...
... clases… vos Santi, tenías que ir y volver con lo que te pedí… y vos nena, se supone que salías a hacer pis y listo!, intenté aclararles, cuando Santi movía su pubis cada vez más contra los labios de Sabri. Pero ella respondió: ¡querés ver cómo sí tengo ganas de hacer pis?, dale, mirame mi amor! Y luego, mientras intentaba anidar ambos trozos de carne en su boca, abrió las piernas, se dio tres nalgadas y largó un chorro abundante de pis ante mis ojos absortos, llenos de peligro y terror a la vez. Los dos empezaron a presionar la cabeza de la rubia contra sus penes, y Santi casi se cae tras sacarse el forro y darle todo su semen mitad en la boca y mitad en las manos. Enseguida Mateo acabó entretanto Sabri lo pajeaba y se besaba en la boca con los dos, preguntando con voz aniñada: ¡¿quién es la peterita más salvaje y chanchita del cole mis amores?! Los dos chicos se vistieron y me rodearon para manosearme el culo y las gomas. Yo no podía reaccionar. Sabri lamía los forros usados de los guachos y me sacaba la lengua cuando Mateo me bajó el jean. Los tres refregaron sus narices en mi pubis, teniéndome parada contra la puerta, aunque no los dejé bajarme la bombacha hecha sopa. Me olían como a un perfume exótico, me amasaban la cola y me daban algunos pequeños azotes, me besaban los muslos, me jadeaban cada vez más empalados y me hacían tocar sus pijas durísimas otra vez. ¡qué calentita que estás profeee, te quiero coger!, dijo Sabri mientras se abría la camisita, y afuera el timbre ...