1. PARAISO PARA TRES


    Fecha: 27/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... por haberle hecho gozar. Él a continuación me llevó a su habitación y allí en su cama con su boca en mi sexo me llevó a cielos de placer que no imaginaba que pudieran existir y perdí el conocimiento. Cuando me recuperé volvimos a acariciarnos, esta vez con infinita ternura y él que había recuperado su prodigiosa erección me tomó como mujer fundiéndonos en el maravilloso orgasmo que fue el preludio de todos los que han venido después. Hablamos de lo que nos había sucedido y concluimos sin dificultad que nos amábamos mucho más allá del amor fraternal y que nuestro amor sería para toda la vida, aunque tuviésemos que vivirlo en secreto. Yo apenas salgo de casa desde entonces. Él tampoco lo hace porque en nosotros dos está la felicidad más grande que pueda imaginar un ser humano. Ésta felicidad no sólo nos la proporciona nuestra relación sexual, que cada vez es más satisfactoria, a medida que vamos explorando nuestros cuerpos, sino nuestra unión sentimental, nuestro afecto puro y sincero que nos hace felices, simplemente compartiendo nuestra presencia próxima. Cuando nuestra madre sale a sus quehaceres o a sus actividades lúdicas nos buscamos y con apenas unas caricias nos encendemos hasta el paroxismo dedicándonos gozosos a darnos placer físico y a disfrutar de la unión de almas que nuestros orgasmos nos proporcionan. A mí me gusta todo lo que me hace, sin excepciones. Cuando nos entregamos, entablamos una cordial competencia en ver cuál de los dos es capaz de hacer llegar al ...
    ... otro antes al orgasmo, y algunas veces gano yo, pero tengo que reconocer que la mayor parte de las veces es él el que hace que me derrita de placer y es que ha llegado a conocer mi cuerpo de tal manera que hay veces que la simple anticipación del placer que me va a dar hace que me rinda a las oleadas que inmediatamente se apoderan de mí. Hay veces que sólo con soplar sobre mis pezones desnudos es capaz de provocar sensaciones pre orgásmicas. Luego está su boca, sabia, perezosa, pícara, recorriendo mi cuerpo entero para terminar invariablemente en lo que él llama mi esencia: mi sexo. Allí me entrego gozosa a su meticulosa exploración, a sus húmedos besos. Allí rindo casi siempre mi débil resistencia. A él le encanta que cabalgue sobre su pene mientras le miro a los ojos arrobada por el amor que me inspira. Yo me estremezco deslizando mi clítoris mojado e hinchado sobre su firme erección, buscando la base de su glande para frotarla sobre mi centro de placer. Algunas veces tomo su hermoso miembro entre mis manos y lo acerco a mi boca amagando introducirlo en ella, besando su punta, acariciándolo con la lengua, con los labios… En alguna ocasión he sentido su eyaculación abundante en mi boca y me he sentido poderosa, feliz por comerme su esencia vital, dueña de su voluntad y de su vida. La mayor parte del tiempo la pasamos, lógicamente, sin hacer el amor, pero somos también muy felices de otra manera. Vemos algún programa en la televisión que nos gusta, comentamos alguna noticia, ...
«12...567...13»