1. PARAISO PARA TRES


    Fecha: 27/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... parecían acercarse al paroxismo a marchas forzadas. Finalmente volví al salón y me senté en el sofá tratando de convencerme de que lo que acaba de ver era una pesadilla horrenda. En mi cabeza empezaron a encajar piezas sueltas que no podía suponer que formaban un mosaico cuya existencia desconocía. La curiosa transformación de Silvia, que había pasado de un día para otro de ser una jovencita inconsistente en una mujercita responsable y amable, que nunca tenía para ella ninguna palabra de desaire o rebeldía, y que siempre estaba con una dulce sonrisa en los labios. La que apenas salía con sus amigas, la que traía a casa tan buenas notas. En Jonás no había observado ningún cambio significativo. El siempre había sido así. Sólo se había dado cuenta de que apenas salía de casa. ¿Para qué? Pensaba ahora con amargura, si tenía en ella lo mejor que se podía conseguir. No sé cuánto tiempo pasó hasta que aparecieron mis hijos en el salón. Se sonreían embobados, iban cogidos de la mano como dos enamorados cursis. Mi presencia en el salón les sorprendió y se soltaron como si un chispazo eléctrico hubiese saltado entre ellos. Me preguntaron que qué hacía allí, que cuándo había llegado. No tuve ánimo para responder, pero la expresión sombría de mi rostro aclaró sus dudas. Y sus temores. Se generó un silencio pesado en el salón. Yo permanecía sentada en el sofá. Ellos de pie, mirándome. Finalmente empecé a sollozar y ellos se sentaron cada uno a mi lado con intención de consolarme. ...
    ... ─¿Nos has visto mamá? ─preguntó Jonás mientras me tomaba una mano. ─Sí. ─¿Qué piensas? ─intervino Silvia a punto de echarse a llorar al ver mi estado de postración. ─Nada. Sólo desearía no haberos visto así. ─Mamá, nosotros nos queremos ─dijo Jonás intentando componer una explicación. ─Sí. Ya lo he visto. Lo que no imaginaba era que la querías así… ─Mamá, Jonás y yo nos amamos de verdad. Como hombre y mujer ─intervino Silvia, sorprendentemente calmada─. Lo que has visto es una manifestación de nuestro amor. No hay nada feo o sucio en ello. Yo daría mi vida por él y estoy segura de que Jonás haría lo mismo por mí. Te lo hemos ocultado porque pensábamos que no lo entenderías. ─No queremos renunciar a nuestro amor. ─Pero sois hermanos, Lo que estáis haciendo no es normal. No está bien. ─¿Quién lo dice? ¿Las leyes? ¿La religión? Ninguna norma puede cambiar lo que sentimos el uno por el otro ─dijo Jonás sin dejar de sostener mi mano. ─Y, como acaba de decir Jonás no vamos a renunciar a ello ─añadió mi hija─. Por favor, mamá, déjanos vivir nuestro amor. Déjanos ser felices. Ser felices… Su súplica sonaba en mis oídos con una sinceridad que no dejaba de sorprenderme. Aquella conversación, más serena, de lo que había imaginado, estaba calmando un poco mi ánimo. Yo no haría nada por enturbiar la felicidad de mis hijos, pero mis prejuicios morales no me permitían aceptar aquella relación incestuosa. Permanecimos un rato en silencio. Jonás me besaba la mano y Silvia se apretaba contra mi ...
«12...8910...13»