1. Coincidencias


    Fecha: 04/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... ayuntamiento de nuestra localidad oficiada por el teniente de alcalde, a la sazón amigo del novio. De allí, pasaríamos a un restaurante especializado en convites para comer demasiado y beber mucho más. Maite iba preciosa, aunque no de blanco. Un vestido largo en tono salmón con mucha pedrería la hacía parecer una princesa más que una novia. Iván estaba exultante con su americana azul y los padres de la novia no podían disimular su origen rural, pero eran gente de muy buen pasta. Apenas asistimos 60 invitados al evento, pues ambas familias eran pequeñas, por lo que la mitad de asistentes éramos amigos o compañeros de trabajo. Mi hermana no pudo venir, pues le había coincidido con un viaje a Roma, así que el trío restante celebramos, comimos y bebimos mientras mi madre no se perdía detalle. Sin duda editará un reportaje al minuto para uso y disfrute posterior con su hija, pensé. Di dos besos a Maite, adulándola por lo guapa que estaba, cuando la felicitamos después del sí quiero en la sala del ayuntamiento pero evité cualquier contacto posterior con ella. Me concentré en cumplir, aunque Iván me reclamó varias veces después de comer, pues solamente había dos niñas de su edad. Me ayudó a pasar el trago, matando el tiempo, pues no podía irme sin mis padres ya que habíamos venido en su coche. Conociendo a mi madre, además, se quedaría hasta el final del evento, no fuera a perderse algún percance por mínimo que fuera. Pasé el peor rato cuando Maite me sacó a bailar. Ya debía haber ...
    ... pasado una hora desde que los novios habían abierto el baile, cuando entré en el comedor acompañado de Iván que se dirigió a su madre pues también quería bailar con ella. Pero Ignacio, con el que vi que también había hecho buenas migas, me alegré por el crío, le ofreció unas chucherías que le había traído de Lyon la madre de él, pues era francesa. Al quedar compuesta y sin novio, que reza el tópico, Maite me tomó de la cintura para bailar conmigo la siguiente canción, en un acto más instintivo que meditado. Tal vez por ello, la conversación no fue lo rica que debería haber sido, pero sí muy intensa. -Estás preciosa –rompí el hielo cuando el gélido muro que nos separaba se me hizo insufrible. –Y te felicito, la ceremonia ha sido muy bonita y el convite también está muy bien elegido. -Gracias –respondió taladrándome con la mirada. Sus ojos almendrados sí hablaban, tratando de darme explicaciones, de convencerme, disculpándose pues se sentía culpable. -¿Cómo estás? -Bien, gracias, no te preocupes. Hoy es tu día y debes pensar solamente en ti. No lo dije con segundas intenciones, pero así se lo tomó. Su expresión cambió, tensa, a la defensiva. Me escrutó unos segundos para contraatacar. -Lo lamento, de verdad que lo lamento mucho. Traté de explicártelo el otro día y sé que es duro, pero debes pasar página. Debemos pasar página los dos. Que me vaya a vivir a la casa que tiene Ignacio en el centro facilitará las cosas. –Hizo una breve pausa, miró en derredor confirmando que nadie la ...