MI PRIMA KELLY Y MI LUNA DE MIEL ANTICIPADA.
Fecha: 14/08/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues
... verla del todo. En un momento dado abrió ligeramente sus piernas y se quedó quieta. Su licra se le metió toda entre las nalgas redondas y firmes y la forma de su sexo abultado se proyectó hacia abajo entre sus muslos como medio reloj de arena. De pronto me reproché el estarle espiando y le hablé: _ Aquí está tu Coca, bien fría. Ella dio un salto en la cama y me dio las gracias al tiempo que tomaba el refresco de mi mano. Al hacerlo me acarició suave y coquetamente la mano, viéndome a los ojos y esbozando una linda sonrisa. Yo me sentí turbado, pero traté de tomarlo con serenidad. Estuvo un par de horas en mi cuarto, tiempo en el que como siempre platicamos de todo, en serio, en broma, jugamos, peleamos, fui su confidente, etc. Esa noche me fui a dormir pensando de una manera muy diferente; la niña enfadosa había muerto, y su lugar lo ocupaba la bella y sexy Kelly. Me dormí pensando en ella. Muy temprano me despertó su voz para invitarme a caminar a la playa. Me levanté aún casi dormido y la pasé al cuarto. Entró y se me hizo raro que su sonrisa se borró en un instante; seguía hablando pero su cara estaba un poco seria, a lo que no di importancia. Me serví un poco de agua, que siempre tengo, porque me gusta tomar dos vasos al levantarme; un hábito de años atrás. Mientras tomaba el agua me di cuenta que ella miraba hacia abajo, hacia mi entre pierna, sorprendida y curiosa. Fue hasta entonces que reparé que le había pasado al cuarto aún en bóxers (de licra) y con una tremenda ...
... erección matutina. Por un lado me dio pena, pero por el otro sentí cierto grado de excitación y vanidad. Pareció no darle más importancia y yo tampoco se la di ya. Me vestí y nos fuimos a caminar. Igual pasamos dos horas, platicando, jugando, bromeando, yo como un chiquillo detrás de ella, y ella dejándose querer. Me tomaba la mano con mucha libertad y confianza y se me abrazaba, como lo haría una novia. Esa mañana vestía un mini short de licra negro, tenis y otro top parecido al del día anterior, también en rosa, Su cabello agarrado igual pero esta vez cubría su cabeza una gorra igual en color rosa. Parecía toda una tenista de la ATP, al menos en belleza no envidiaba a la Kournikova o a la Hinguis. De cuando en cuando corría y curioseaba en la grava arena de la orilla del mar como una chiquilla. _ ¡Mira! Qué hermoso caracol. Me decía, por ejemplo. Pero pude darme cuenta, ahora estoy seguro, que lo hacía en un acto de provocación. Y yo, me dejaba provocar. Que hermosa se miraba y que cuerpo tan espectacular. Cómo me costaba trabajo aceptar que esa chava tan sexy era la misma niña regordetita de apenas dos o tres años atrás. La mañana terminó sin mayor novedad; la dejé de pasada en su casa y me fui a bañar. Ya no le vi hasta entrada la tarde. Apareció en la puerta del jardín de mi abuela con su cabello suelto por el que se filtraban los rayos del sol. Una blusa purpura y unos jeans. Cada vez que la miraba se me derrumbaban algunos tabiques de mi prudencia. _ Holaaa! Me dijo, ...