1. MI PRIMA KELLY Y MI LUNA DE MIEL ANTICIPADA.


    Fecha: 14/08/2018, Categorías: Incesto Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues

    ... echándose a mis brazos como siempre. Me dio un sonoro beso en la mejilla, y luego sentí su aliento caliente en mi oreja. Sentí al instante como la piel de mi brazo se erizó toda ante ese contacto. Por respuesta, automática mi brazo la atrajo hacia mi, pues le abrazaba por la cintura. _ Te quiero mucho Pacho. Susurró. _ Quiero que me lleves a dar la vuelta esta noche. Ya le pedí permiso a mi tía. _ ¿A dónde quieres ir? Le dije, como para medir su respuesta. _ A donde sea. Quiero estar contigo. Compramos algo; una nieve….o una cerveza y nos vamos a la playa por ahí. _ Perfecto, te espero a las siete. nmediatamente fui con mi hermano, quien tenía una hermosa y amplia camioneta, pues yo no tenía coche en ese tiempo. Le expliqué el motivo de la petición y sonriendo con malicia me dio las llaves. A la hora planeada Kelly estaba en mi casa en la puerta de mi cuarto. Tocó y al abrir me dejo de nuevo impactado; vestía un cortito vestido de algodón en color blanco, estampado en color madre perla muy tenue que armonizaba con su piel. Era ceñido en el talle y el pecho y volado de abajo, varios centímetros arriba de la rodilla. Dos delgados tirantes sobre sus hombros sostenían sus grandes bubis, que parcialmente asomaban por el generoso escote de su vestido. En su rostro sutil y tenuemente maquillado se dibujó una amplia sonrisa al tiempo que se encogía de hombros y me decía: _ ¿Nos vamos? Yo me quedé subyugado con su presencia, tan femenina, tan sexy, tan tierna. Me acerqué a ella y le ...
    ... devolví el beso de un día antes; en la mejilla casi rozando sus labios. Ella sonrío de nuevo y me dijo: _ Te ves muy guapo Pacho. Me gusta mucho tu cara recién afeitada. Dicho esto se acercó a mí y puso su mejilla en la mía. Aspiró mi perfume, lo sentí, y luego dejó escapar un hilo de cálido aliento en mi oído una vez más. No pude evitar de nuevo que mi piel se erizara y una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo entero.. _ Vámonos. Le dije, tomándola suavemente del brazo. Nos fuimos y en un momento ya estábamos dando la vuelta por el malecón, distante una cuadra y media. Después de un rato de risa y risa, recordó lo de la “nieve” y pasamos por un mini market. Compré un doce de Heineken y alguna botana salada y continuamos con nuestro paseo. La camioneta era de esas de asiento corrido, y en algún momento del paseo se acercó a mí con el pretexto de mostrarme un dije de coral negro que había comprado por la tarde en una tienda del centro. Además de extasiarme con la vista de cerquita de sus hermosos senos en su escote en la media luz del boulevard costero, me pude dar cuenta que lo del dije fue solo una maniobra para quedarse sentada junto a mí, como acostumbran por estos lugares las novias al andar en coche con su pareja. No quise pensar en lo que pudiera venir más tarde. Lo estábamos pasando muy bien, era la verdad. Pero el tenerle sentada junto a mi me preocupó; a esa hora mucha gente caminaba por el malecón y paseaba en auto, “dando la vuelta” como decimos por acá y temí ...
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