1. Me enamoré de una trans pasiva


    Fecha: 20/08/2018, Categorías: Transexuales Autor: carloti, Fuente: SexoSinTabues

    ... la dejé pasar y luego nos fuimos al mismo piso. Ella llevaba bolsas de compras. No me atrevía a hablarle de lo bella que estaba. Sentía que mis nervios me podían traicionar. Cuando llegamos al piso, yo abrí nuevamente la puerta, para que saliera primero ella. Se le cayó un paquete al pasar. Se sintió el ruido de la caída de un aparato contenido en la bolsa. Inmediatamente se lo levanté. Ella abrió la bolsa y exclamó con su suave y entonada vos de ángel. - ¡Mi secador de pelo! Se me rompió. Yo le contesté: - Yo soy técnico electrónico, te lo puedo arreglar ahora si querés. Siempre que estés dispuesta en esperar un rato. Ella me dijo que sí. Me preguntó cuánto le iba a cobrar. Yo le dije que hago bien los arreglos y cobro barato. No le cobré nada al final. Estaba desesperada porque a otro día tenía que asistir a un Atelier de peluquería. Es una gran peluquera profesional. Dadas las circunstancias, puse manos a la obra, y se lo pude arreglar esa misma noche. Sólo se había desarmado, con un orificio de tornillo roto. Pero sirvió para conocer esa belleza que condenó mi corazón. Esa misma noche, me invitó un café a su departamento en agradecimiento. Conversamos de toda clase de temas. Muy inteligente para hablar. Pero no pasó nada, simplemente hablábamos. No sabía que era una travesti. Para mí era una mujer. Tampoco me comentó nada al respecto en un principio. No me di cuenta debido a su perfecta femineidad. A partir de esa noche, nos saludábamos con mucha confianza. Ya ...
    ... charlábamos en la puerta cada vez que nos encontrábamos. Luego nos visitábamos a nuestros departamentos. Nos hicimos amigos. En nuestras charlas yo me perdía en su dulce mirada, en su forma de ser, su piel, su cuerpo, en ella. Pero sus labios, me esclavizaban por completo. Una mañana de domingo, ella me ofreció transformar mi look. Me decía que mi peinado lucía muy anticuado. Me iba cambiar por completo para verme como un galán. Fue en una mañana muy primaveral. Ella tenía puesto un hermoso vestido floreado ajustado a su cuerpo y muy escotado en el pecho. No usaba corpiño. A través de la tela de su vestido se traslucía toda su rica figura junto con su pequeña bombachita. También debido al escote, se veían la parte superior de sus senos. ¡Qué bellos y sensacionales! Un delicioso aroma salía de su cuello y su piel. Así fue a mi departamento. Con todos sus utensilios de peluquería. Estaba increíblemente irresistible ¡Qué hermosa lucía! Me sentó a la silla. Me puso una especie de cobertor en todo mi cuello y comenzó a realizar su trabajo. Mientras lavaba, cortaba y arreglaba mi pelo, charlábamos de forma muy seductora, como por ejemplo: Ella me decía: - Tenés muy lindo pelo. De ahora en más ese pelito tuyo es para mis manos. Nadie más te lo va tocar. Yo le contesté con una pregunta: - ¿A qué precio te puedo pagar? Ella me contestó: - Al mismo precio que vos haces las cosas para mí. Ningún valor monetario. Lo hago porque sólo sigo mi corazón. Pasaba suavemente sus manos por mi cabeza, mi ...
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