1. La piba


    Fecha: 25/08/2018, Categorías: Confesiones Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... ahí. El resto de los días paseaba por parques y plazas grandes de la ciudad en la que vivo. Son piolas los lugares. Por lo menos nunca me agarró ningún cana. Como que no entienden mi arlequín de la gamba y siempre me sueltan, ya que intento vender todo lo que llevo en un lapso de dos horas como mucho. Eso sí, los fines de semana soy la diler medio sexual que les conté antes. Para dicho servicio me tienen que esperar en alguna habitación de hotel o depto, porque no me voy a jugar el pellejo así nomás. Una mañana recibo un whatsapp al cel, pidiéndome que le venda un 25 a un flaco que no conozco. Entonces le dije al cliente que le diera mi número al tipo en cuestión así hablábamos directamente. Ese martes me desayuné un pedido descomunal. No era que el chabón quería 25 gramos. Quería dos kilos y medio! el otro había entendido mal. Yo, antes de confirmar nada, hablé con mi amigo del barrio, el Roto le decían, y corroboré que tuviera los ladrillos. Cuando me dijo que sí me contacté con el chabón de la onda. Se llamaba Enlil. Bien ambiguo el nombre. No sabía si me mensajeaba con un tipo o una mina, y como me entró la duda le mandé un audio, corte para que me conteste de esa forma, diciéndole más o menos cómo era la parte de la transacción, ya que sería bastante guita. Y bueno, yo iba a llevar dos ladrillos y medio. No era joda! Nos fuimos conociendo durante toda la semana, porque parece que al Enlil Este le había gustado mi voz. Yo jugaba y le enviaba audios sin contenido sexual ...
    ... en las palabras, pero sí en los gestos vocales, y como que entró de una que la tranza iba a ser con algo de lo que yo esperaba, porque a mí también me había caído re bien. Me mandó una foto, y tenía barba, lentes, ojos miel, copado. Yo le mandé una mía, porque ya no me iban a cagar como antes, y me dijo que tenía de donde agarrar. Yo me reía. ¡Ésta me vas a agarrar!, pensé. Un viernes me invitó a tomar algo, pero me negué. Lamentablemente me gusta ver a los clientes en el arreglo y no antes. Lo entendió un poco enojado. Así que me dijo que al otro día me prepare, que iba a tener un regalo para mí. El sábado me bañé, me arreglé y me pinté un poco. Cosa que jamás hago por nadie. Pero ese día me sentía linda. Fui a lo del Roto y busqué la mercancía. Me comentó que no le pintaba dejarme sola en ésta, así que acepté que me acompañe hasta la puerta del edificio de deptos que Enlil había alquilado. Allí toqué el timbre del piso 8 depto 9, que era donde me citó. El Roto se quedó unos diez minutos. Me hizo prometer que si algo pasaba le hablaría por el portero, y él iba a pedir entrar. Como no pasó nada le dije que estaba todo bien por sms, y que se fuera. El depto estaba bueno. Tenía lo mínimo indispensable, pero lo necesario. Un tele, una cama, una heladera, un baño y una mesa con dos sillas. Enlil ya me esperaba con un fernet. Le tuve que decir que ya no tomaba mucho alcohol. Pero igual le acepté un vasito. Miré por la ventana y los autos se veían chiquitos. Miré a Enlil que armaba ...
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