La reeducación de Areana (12)
Fecha: 27/08/2018,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... sur de su madre. Besó y lamió en tanto el jadeo de Eva se tornaba más fuerte y más ronco. Llegó a la concha, pero la esquivó y en cambio siguió camino por el muslo derecho, muslo grueso y bien torneado que la niña besaba, lamía y por momentos mordía arrancando de su madre gemidos que expresaban dolor y goce al mismo tiempo. Un momento después lamía la planta del pie y Eva corcoveaba sacudida toda ella por un placer cada vez más intenso. Un sudor caliente cubría el cuerpo de ambas cuando la sumisita comenzó a lamer la planta del pie izquierdo y ascender después por la pierna con besos y lamidas que de la tibia pasaron al muslo y entonces hubo más mordiscos y a veces con tal fuerza que Eva gritaba presa de los dientes de su hija que, por fin, llegó a la concha y entonces, al sentir esos labios, Eva lanzó un gemido prolongado y una súplica: -Sí… ¡Por favor, hija!... ¡Por favor, tu lengua¡ ¡Tu lenguaaaaaa!... El flujo salía en torrente de entre los labios externos que Areana separó con sus dedos para después hundir su ávida lengua entre ellos y sorber esos jugos que fluían sin pausa. Se lubricó los dedos con esos jugos y sin dejar de lamer metió primero el ìndice y luego el dedo medio en el orificio anal de Eva, que al sentirse penetrada exhaló un largo gemido. A ambos lados de la cama, Amalia y Elena seguían la escena con miradas cargadas de lujuriosa excitación. De pronto Areana invirtió su postura y quedó con la concha muy cerca de la cara de su madre. Siguió lamiéndola y ...
... volvió a penetrarla analmente y Eva, al advertir lo que su hija demandaba y a la vez ella quería, la acercó aún más aferrándola por las caderas y comenzó a retribuirla con sus labios y su lengua en esa conchita adolescente generosa también en flujo con el cual empapó dos de sus dedos para meterlos después de un solo envión en el culito de su hija. Elena se había acercado a Amalia y ambas, ardiendo de calentura, se besaban y mordían los labios y las lenguas mientras se acariciaban con dedos crispados las tetas y las nalgas con una rodillas de Amalia presionando sobre la entrepierna de Elena. Instantes después, la habitación se pobló de gritos, jadeos, gemidos y frases obscenas, con Amalia y Elena caídas en la cama sobre Eva y Areana y las cuatro muriendo y resucitando casi al mismo tiempo transportadas al paraíso del goce por orgasmos tan violentos como ninguna había tenido jamás. La calma después de la tormenta sexual duró varios minutos y fue Amalia quien le puso fin incorporándose y saliendo de la cama aún un poco tambaleante. -Levántense, putas, y vos también Elena. Todas fueron al living, con Areana y Eva en cuatro patas y allí Amalia dio nuevas órdenes: -Elena, te las llevás a las dos. A la perra Eva la dejás en su casa y la nena se queda con vos hasta que esta noche la pase a buscar Marta. -Bien. -Vístanse, perras. –ordenó Amalia y mientras las sumisas obedecían le dijo a Elena: -Más tarde te llamo para encargarte algo. Mmmhhhh, ¿es sobre éstas dos? -Sí. -Me dejás ...