1. La reeducación de Areana (12)


    Fecha: 27/08/2018, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... intrigada. -Te va a gustar. –dijo Amalia. -Ay, muero de curiosidad. -En una hora te llamo. -Bueno, dale. Y ustedes, putas, síganme. -Esperen. –las detuvo Amalia y dijo: -Perras, a partir de ahora pueden cogerse cuando les dé la gana, pero llámenme antes para que yo las autorice. Eva y Areana recibieron la buena noticia con un estremecimiento y agradecieron casi a dúo: -Gracias, señora Amalia… Una hora después, con Areana echada en el piso a sus pies, desnuda y con el collar puesto, Elena atendía el llamado de Amalia: -Decime, no aguanto la intriga. Amalia le dijo: -Oíme bien, quiero ir humillando cada vez más a estas perras putas y en ese sentido vas a hacer lo siguiente. Le explicó lo que quería y Elena, que escuchaba casi conteniendo la respiración, dijo al final de las instrucciones: -¡Fantástico!... Sos genial… ¡Qué morbosa genial sos!... En cuanto cortaron la comunicación Elena tomó la cadena del collar de Areana y la llevó al cuarto de servicio en cuatro patas, le ató las manos a la espalda, por si acaso, y salió presurosa hacia una carpintería cercana, donde encargó lo descripto por Amalia y que el carpintero tendría listo para el dìa siguiente. Hasta las nueve de la noche no hizo otra cosa que pensar en esa nueva degradación a la que serían sometidas ambas sumisas, hasta que a esa hora comenzó a preparar a Areana para entregarla a Marta y sus dos amigas. Le quitó el collar y la metió en la bañera, le empapó todo el cuerpo con una manguera conectada a la canilla y ...
    ... luego la sumisita debió enjabonarse. -Lavate bien la conchita que te la van a usar a fondo. –le advirtió para después enjuagarla con la manguera. Por último le ordenó: -Lavate la cabeza, putita pervertida. Finalmente la sacó de la bañera, hizo que se secara, llenó de agua tibia la pera para enema y con Areana en cuatro patas le metió la punta y comenzó a presionar la pera con sus dedos hasta vaciar toda el agua en el interior de la nena, que había acompañado el lavaje con gemidos y moviendo sus caderas de un lado al otro. Instantes después la sumisita dijo: -Tengo… tengo que evacuar, señora Elena… -Pedime permiso, perrita. -Por favor, señora Elena, le… pido permiso para evacuar… -Bueno, sentate acá y largá todo. –autorizó la dómina al tiempo que levantaba la tapa del inodoro. La sumisita evacuó en medio de un fuerte jadeo y con una expresión de alivio en su rostro. -¿Tenés ganas de hacer pis? -No, señora. Elena le volvió a poner el collar y la llevó en cuatro patas al cuarto de servicio, le ató las manos a la espalda y le dijo: -Dentro de un rato va a venir Marta para llevarte a su casa. Ella y dos amigas te van a usar durante toda la noche. Vos hacé y dejate hacer lo que esas hembras quieran, porque si tengo alguna queja me vas a conocer enojada. ¿Entendido, nena puta? -Sí, señora… Sí… Pero no… no se van a quejar… Me voy a… me voy a portar bien… -dijo Areana que ya estaba excitándose de pensarse en manos de la librera y sus amigas, seguramente maduras como ella. Minutos antes de ...
«12...5678»